Médicos Sin Fronteras: "La situación es horrible en Gaza"

Pese a poderlo imaginar sin mucho margen de error, es difícil saber a ciencia cierta lo que pasa dentro de la Franja de Gaza. Cerrada a cal y canto, sin luz, sin agua, sin entrada de alimentos y bajo los ataques israelís, las agencias de la ONU y las oenegés se convierten testigos excepcionales de cómo los civiles gazetís están padeciendo el asfixiante cerco a la franja. "La situación es horrible", resume el coordinador de la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, Matthias Kannes. Son unas primeras declaraciones desde el interior de un territorio con el que es prácticamente imposible contactar en este momento.

Anticipándose a lo que está por venir si Israel hace efectiva su amenaza de asfixiar a los habitantes de Gaza, incluso prohibiendo el acceso de alimentos, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU ha hecho hincapié en que se debe garantizar "el acceso humanitario en condiciones de seguridad y sin trabas a las zonas afectadas". Los especialistas de la organización aseguran que los comercios de la franja tienen provisiones para un mes pero temen que una posible crisis alimentaria se adelante si los ciudadanos empiezan a consumir movidos por el pánico.

Derecho humanitario

"Exhortamos a todas las partes a que respeten los principios del derecho humanitario y adopten todas las medidas necesarias para salvaguardar la vida y el bienestar de los civiles, incluido el acceso a los alimentos", puntualizó en un comunicado la organización con sede en Roma para añadir: "A medida que el conflicto se intensifica, los civiles, incluidos niños y las familias vulnerables se enfrentan a crecientes dificultades para acceder a los suministros alimentarios esenciales, con la interrupción de las redes de distribución de alimentos y la producción de alimentos gravemente obstaculizada por las hostilidades", asegura.

En el mismo sentido, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), presente también habitualmente en la franja, ha pedido a todas las partes respeto a las obligaciones que se derivan del derecho internacional humanitario. Fabrizio Carboni, director del CICR para Oriente Próximo, ha recordado que la toma de rehenes está prohibida y se erige, desde su neutralidad, como mediador para su liberación.

Patricia Garrido, delegada de Cruz Roja en Ramallah, explica que los bombardeos "han tenido un impacto altísimos en los edificios residenciales". "Además, a la crisis de combstible se suma ahora la crisis de agua potable ya que el agua de Gaza no es apta para el consumo humano", ha añadido, a la espera de la apertura de un corredor humanitario "que no llega".

Otra agencia de la ONU que opera en la Franja de Gaza, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), ha confirmado que todos los refugios de los que dispone en Gaza están al 90% de su capacidad con más de 137.000 personas. "La situación es insostenible", ha asegurado un portavoz de la organización tras destacar que en las últimas 24 horas un total de 180.000 personas se han desplazado fuera de sus hogares.