Cambio climático

La cumbre de países amazónicos termina sin acuerdos sobre los combustibles fósiles

Las diferencias sobre la exploración petrolífera marcan el inicio de la cumbre de países amazónicos

El canciller de Ecuador, Gustavo Manrique; el primer ministro de Guayana, Mark Phillips; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente de Bolivia, Luis Arce; la presidenta del Perú, Dina Boluarte; la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el canciller de Surinam, Albert Ramdin, posan durante la Cumbre Amazónica, en Belém (Brasil)

El canciller de Ecuador, Gustavo Manrique; el primer ministro de Guayana, Mark Phillips; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente de Bolivia, Luis Arce; la presidenta del Perú, Dina Boluarte; la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el canciller de Surinam, Albert Ramdin, posan durante la Cumbre Amazónica, en Belém (Brasil) / EFE/Antonio Lacerda

Abel Gilbert

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"Negar la crisis climática es una tontería, pero valorar la selva no es sólo mantener los árboles en pie, es dar dignidad a los casi 40 millones de personas que viven en la Amazonia sudamericana", dijo este miércoles Luiz Inácio Lula da Silva. Su énfasis no alcanzó para despejar las dudas que deja la cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). La cita de Belém do Pará, en el nordeste brasileño, concluyó con un documento de 21 páginas que resume el consenso posible entre los ocho países miembros. Y esos acuerdos no parecen estar a la altura de las mismas urgencias señaladas por el presidente anfitrión. El tema de los combustibles fósiles, una clara línea divisoria entre los presidentes Lula y su colega colombiano, Gustavo Petro, es mencionado de manera lateral en una declaración que provocó disconformidad en los grupos ambientalistas.

Los contenidos del texto discutido entre Colombia, Bolivia, Perú, Guyana y Brasil, Venezuela, Ecuador y Surinam, dejaron sensaciones encontradas. La organización expresó no obstante un compromiso más general de evitar un proceso irreversible de desertificación en la Amazonia. De acuerdo con diario paulista Folha, el término "deforestación cero" en 2030 -defendido en especial por Brasil y Colombia- fue incluido en el documento "como ejemplo de meta nacional" y no de toda la OCTA. Una clara concesión a miembros como Bolivia y Perú que tienen metas menos ambiciosas en la materia o legislaciones más laxas. La ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, reconoció la dificultad regional para alzar una sola voz en ese tema medular. "Nadie puede imponer su voluntad a nadie".

Se convino, no obstante, crear un panel técnico científico para la Amazonia, inspirado en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, así como un observatorio regional. Los estados sentarán las bases para una cooperación de sus policías a los efectos de enfrentar la delincuencia y las actividades ilegales, entre ellas la minería, el contrabando de mercurio y el blanqueo de dinero. Petro había propuesto un objetivo más ambicioso: crear un tribunal de justicia ambiental.

Mensaje a la UE

La OTCA condenó "la proliferación de medidas comerciales unilaterales que, basadas en requisitos y normas medioambientales, se traducen en barreras comerciales y afectan principalmente a los pequeños productores de los países en desarrollo". Para los analistas, el mensaje iba dirigido a la UE. Además, se reclama a los países más ricos del planeta que cumplan su promesa de destinar 100.000 millones de dólares anuales a la agenda climática de los países en desarrollo. "Vamos a la COP 28 para decirle al mundo rico que si quiere preservar la selva, tiene que poner dinero", remarcó Lula. El propio mandatario, en la sesión de apertura remarcó en ese sentido que "una transición ecológica justa" debe permitir a esta región dejar de tener un lugar "subordinado" como "proveedores de materias primas".

La declaración de Belém do Pará anuncia la disposición de la OTCA de coordinar sus posiciones en las agendas internacionales como la COP28. Si bien se reconocen los principios del Acuerdo de París, el documento no hace referencia concreta al petróleo. La declaración apenas "insta a los actores involucrados en el ciclo de vida de los minerales e hidrocarburos" a adaptarse a la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.

La cumbre contó con la presencia de invitados de Indonesia y la República Democrática del Congo. "Los estados que tienen los bosques más importantes del mundo, la Amazonia, el Congo, Borneo, necesitamos unir nuestros esfuerzos para superar los retos de la selva y asegurar la supervivencia de la humanidad frente a las amenazas que se ciernen sobre nosotros", dijo el presidente del segudo país, Félix Tshisekedi, y definió al cambio climático como una "pandemia ecológica".

Decepción de ambientalistas

Distintas oenegés y especialistas que han seguido de cerca la reunión en el noreste brasileño expresaron su descontento con el mensaje que la OTCA le da al mundo. Para el Observatorio del Clima, el texto "repite el destino de otras declaraciones multilaterales y nivela los compromisos hacia abajo. Al hacerlo en un contexto de emergencia climática, le falla a la selva y al planeta". De acuerdo con Leandro Ramos, de Greenpeace Brasil, "la declaración es decepcionante en varios aspectos, pero principalmente porque no incluye compromisos claros y concretos".

"No es posible que, en un escenario como éste, ocho países amazónicos no puedan poner en una declaración, negro sobre blanco, que la deforestación tiene que ser cero y que buscar de petróleo en medio de la selva no es una buena idea", dijo a Folha Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, una red de unas 80 organizaciones de la sociedad civil brasileña. "Se abordaron los temas correctos, pero no se ofreció lo que la sociedad, el sector privado y el mundo académico esperan: un conjunto de acciones a corto y medio plazo que puedan cambiar el rumbo por el que navegamos hoy", estimó Marcelo Furtado, director de Nature Finance.

Opiniones encontradas de Petro y Lula

La cumbre puso en escena la divergencia de criterios entre Petro y Lula sobre la cuestión petrolera. El primero habló de un "negacionismo climático" de la izquierda. "¿Es posible mantener una línea política de ese nivel? ¿Apostarle a la muerte y destruir la vida? ¿O deberíamos plantear otra cosa diferente que es lo que llamo sociedad descarbonizada?". En nombre de Lula pareció hablar el presidente de la estatal Petrobras, Jean Paul Prates. "Lo que tenemos que hacer, incluso aprovechando que la COP estará aquí (en 2025), es discutir cómo el uso del petróleo, que todavía durará algunas décadas, puede ayudar a financiar la transición energética".