Gobierno venezolano

Maduro seduce a los sectores evangélicos de Venezuela pero esquiva sus demandas más conservadoras

Maduro fortalece su alianza con el movimiento evangélico en un año político crucial

Nicolás Maduro Guerra, con la delegación de jóvenes venezolanos que acudirá a Lisboa para encontrarse con el Papa Francisco en la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Nicolás Maduro Guerra, con la delegación de jóvenes venezolanos que acudirá a Lisboa para encontrarse con el Papa Francisco en la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). / Twitter / @nicmaduroguerra

Abel Gilbert

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Hubo un tiempo en que tocó la flauta. Desde 2020 es diputado de la Asamblea Nacional (AN). El partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) lo nombró vicepresidente encargado de Asuntos Religiosos. Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente de Venezuela, habla a las comunidades evangélicas, que representan casi el 20% de los cristianos en ese país, en nombre del padre, Nicolás Maduro Moros. Y como hijo dilecto, un "nepo-baby", según la revista 'Tal Cual', tiene la misión de garantizar el voto de esa feligresía en las elecciones de 2024 en las que busca extender su presencia en el Palacio de Miraflores.

Maduro Guerra carece de obra publicada y estudios superiores. Lo suyo no ha sido la investigación científica. La ausencia de antecedentes no le ha impedido obtener un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Rafael María Baralt, del estado Zulia, semanas atrás. "Me llena de orgullo", dijo el hijo del presidente en el acto de recepción. Los oropeles académicos se ponen al servicio de una causa mayor. "Estoy presto para servir donde nos toque servir", le dijo a la cadena televisiva Venevisión, al ser consultado si lo estaban preparando para ser el sucesor en el poder.

Mientras tanto, el diputado alterna entre los asuntos celestiales y terrenales. "Estoy a la orden para ser instrumento de Dios en el reino de la Tierra. Oren para que Dios tenga el control de la mente del presidente de la república", ha pedido. En nombre del padre dejó la música y saltó a la política. Bajo inspiración paterna, es el enlace entre el Ejecutivo y, en especial, un sector de las iglesias pentecostales. "Asumimos la misión encomendada por el presidente: consolidar una relación directa con todas las expresiones de fe de nuestro pueblo, para que las bendiciones lleguen y se multipliquen por toda Venezuela. Esta también es una revolución de la espiritualidad".

Diez dólares a cada pastor

Además del cargo formal que ocupa en el PSUV, Maduro Guerra forma parte del Consejo Pastoral de Gobierno, un espacio "cargado de mística y entrega" que "reúne en oración a las máximas autoridades de la comunidad Cristiana Evangélica". Además de rezar, planifican "las acciones y las obras en favor de los venezolanos de fe". Unos 13.000 pastores han recibido un bono equivalente a 10 dólares a través de la asignación "El buen pastor". Toda una suma de dinero en un país empobrecido, polarizado y, además, azotado por la corrupción. Decenas de líderes religiosos han recibido tratamiento médico privilegiado. Unas 2.500 iglesias y casas de culto fueron remodeladas el año pasado.

El propio presidente se ha involucrado en celebraciones del Movimiento Cristiano Evangélico de Venezuela (Mocev) en las que se exalta la figura de Martin Luther King. Maduro Moros asegura que esa organización cuenta con unos ocho millones de evangélicos, pero esa cifra no parece guardar relación con la realidad. Nelson Sevilla, del Consejo Evangélico Venezolano, ha señalado que su organización no ha recibido los mismos favores estatales.

El gobernador del Estado de Carabobo, Rafael Lacava, también suele participar de actividades de esas iglesias. El consultor político Fernando Spirito sostiene que al PSUV no se la escapado el crecimiento de la feligresía evangélica y, en virtud de esa nueva realidad, ha intentado acercarse a sus representantes. Sin embargo, estima que esa aproximación es del orden clientelar ya que, en rigor, no le interesa abordar algunos temas que son medulares en las agendas de los pentecostales en otros países como Brasol, como el aborto y las políticas públicas.

Reclamos en la calle

sectores evangélicos grupos religiosos rechazo ley contra la discriminación

La iniciativa había recibido el respaldo de una marcha del orgullo que ocupó la avenida caraqueña Francisco de Miranda. La respuesta de los evangélicos frente a la AN fue taxativa: "Dios detenga los peligros". Las invocaciones al Altísimo se mezclaron con peticiones de rendición de cuentas a las autoridades políticas y legislativas. El jefe de Gobierno de Caracas, el oficialista Nahum Fernández, así como un grupo de diputados de la AN que profesan la fe cristiana, se subieron a una tarima levantada de cara a la legislatura. Adentro de la sede parlamentaria, otros diputados callaban.

Mientras intentan relanzar las negociaciones con el Gobierno, sectores de la oposición tratan de disputarle la feligresía evangelista. El precandidato conservador a las primarias opositoras de octubre, Roberto Enríquez, los ha invitado a conformar un frente conjunto para impedir el avance de políticas de género y la vigencia de la Educación Sexual Integral (ESI) en las instituciones estatales. Elsa Castillo, una combativa integrante de la Federación Venezolana de Maestros, se desdobla entre las protestas sindicales en la calle y la aversión que le provoca la ESI. "Los grupos cristianos están altamente preocupados". Ese programa, dijo, "deforma a los niños". A su criterio, "persigue solamente afectar a la familia como la creación de Dios".