Guerra en el este de Europa

Un ataque ruso contra un edificio de viviendas en Zaporiyia deja 13 civiles muertos

Wagner pide a las tropas ucranianas que abandonen Bajmut porque está "prácticamente rodeada" por los militares del Kremlin

Equipos de rescate trabajan en un edificio residencial dañado por un ataque ruso con misiles en Zaporiyia

Equipos de rescate trabajan en un edificio residencial dañado por un ataque ruso con misiles en Zaporiyia / STRINGER / REUTERS

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un ataque ruso contra un edificio de apartamentos en la ciudad de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, ha causado ya 13 muertos, informó el Departamento de Situaciones de Emergencia de la región homónima este domingo. "De los escombros del edificio los especialistas de los Servicios de Emergencia del Estado han recuperado 13 cadáveres, uno de ellos el de un bebé de ocho meses", anunció la institución en su canal de Telegram.

Un total de 11 residentes, tres gatos y un perro fueron rescatados con vida después de que un misil ruso destruyera parte del edificio de apartamentos, de cinco plantas, en la madrugada del pasado 2 de marzo, agregó dicha fuente. Los ataques con misiles sobre la ciudad son una constante. Y suelen llegar cuando sus vecinos duermen. A veces atacan instalaciones estratégicas, pero la mayoría golpean edificios civiles, fincas de apartamentos sin ningún valor militar, en una clara vulneración de las leyes de la guerra.  

Es lo que habría sucedido nuevamente el sábado. Los servicios municipales han retirado más de 893 toneladas de escombros del edificio atacado y los psicólogos de los Servicios de Emergencia del Estado han proporcionado asistencia psicológica a un centenar de personas entre residentes del edificio y allegados de las víctimas. Siete personas fueron hospitalizadas a consecuencia del ataque y dos de ellas se encuentran en estado grave, según el gobernador de Zaporiyia, Yury Malashko.

La batalla de Bajmut

Paralelamente, la atención en el frente bélico sigue centrada en Bajmut, una localidad de la región oriental del Donbás, donde se está librando la batalla más prolongada de esta guerra. La artillería rusa sigue atacando las últimas rutas de acceso a la ciudad, prácticamente sitiada por las tropas del Kremlin. Y ambos bandos están pagando un precio muy alto. El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, dijo el viernes a un diario alemán que Rusia pierde cada día a unos 500 soldados en Bajmut. “No te diré cuántos estamos perdiendo nosotros. Es una guerra y hay bajas, la diferencia es que los rusos utilizan a sus soldados como carne de cañón”.

El presidente Volodímir Zelenski agradeció el sábado a sus soldados el trabajo que están haciendo en Bajmut a través de un vídeomensaje, pero no aportó más detalles. En los últimos días Zelenski ha reconocido que la situación allí es “cada día más complicada”. En la ciudad, que tenía antes de la guerra más de 50.000 residentes, no quedan más que unos miles de civiles atrapados. La destrucción es enorme y no se descarta que las tropas ucranianas se retiren pronto por el elevado número de bajas que está sufriendo.

El jefe de los paramilitares rusos de Wagner, Yevgueni Prigozhin, pidió a Kiev que abandone la ciudad. “Está prácticamente rodeada”, afirmó. Su milicia está liderando el combate en Bajmut, pero según un analista militar ucraniano consultado por Reuters, no hay señales de que la retirada ucraniana sea inminente. “La situación más o menos se ha estabilizado. Prácticamente hemos frenado el avance de las tropas rusas”, afirmó Oleh Zhdanov en una entrevista.

En su último informe sobre la guerra en Ucrania, la inteligencia militar británica afirma que Rusia ha incrementado “los combates cuerpo a cuerpo”, probablemente por las "carencias de munición" de sus tropas. El informe señala que, un punto concreto del frente, se habría obligado a los soldados movilizados por el Kremlin a atacarlo únicamente “con armas de fuego y palas”. De acuerdo con su información, uno de los reservistas se quejó de que no están “preparados ni físicamente ni sicológicamente” para emprender un ataque de esas características.