Nuevos liderazgos

La izquierda portuguesa se reorganiza ante el rodillo socialista

Los antiguos socios parlamentarios del Gobierno endurecen el tono para tratar de recuperar los votantes perdidos en las pasadas elecciones

El primer ministro portugués y líder del Partido Socialista, António Costa, durante la noche electoral el 20 de enero de 2022.

El primer ministro portugués y líder del Partido Socialista, António Costa, durante la noche electoral el 20 de enero de 2022. / BRIAN BUJALANCE / EFE

Lucas Font

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Los principales partidos de izquierdas en Portugal han iniciado nuevas estrategias para tratar de recuperar los votantes perdidos en las elecciones legislativas de 2022, en las que el Partido Socialista obtuvo la mayoría absoluta. Al cambio de liderazgo en el Partido Comunista Portugués (PCP), consumado a mediados de noviembre, se ha sumado el anuncio de la coordinadora nacional del Bloco de Esquerda, Catarina Martins, de que no va a presentar su candidatura para renovar su mandato al frente de la formación. Con estas renovaciones, los dos partidos se despiden de dos líderes que compartieron los años de la geringonça e inician una nueva etapa de oposición dura al Gobierno de António Costa.

Las críticas al Ejecutivo han subido de tono en los últimos meses a raíz de la invasión de Ucrania y de las consecuencias económicas y sociales que ha tenido sobre la población más vulnerable. Los dos partidos han tenido un papel muy activo en las recientes movilizaciones de los trabajadores públicos, entre ellas las de los profesores y las de los médicos, y han señalado al Gobierno por no dar una respuesta contundente a la pérdida de poder adquisitivo de las familias, cada vez más asfixiadas por el aumento de la inflación. Tanto el BE como el PCP han tratado de distanciarse del Ejecutivo con propuestas como la fijación de precios de los productos básicos o la aplicación de un impuesto extraordinario a las grandes empresas.

La izquierda real

En el caso del PCP, la dura oposición al Gobierno quedó evidenciada en la conferencia nacional que eligió a Paulo Raimundo como nuevo líder de la formación, sustituyendo al histórico dirigente Jerónimo de Sousa tras 18 años en el cargo. En ese evento las caras más visibles del partido lanzaron duros ataques contra la mayoría absoluta socialista y apuntaron a la derechización de la formación desde que no necesita los votos de la izquierda para sacar adelante sus propuestas en el Parlamento. Unos discursos que evidenciaron la vuelta a los años previos a la geringonça, en la que las posiciones de los dos partidos eran tan distanciadas que hacían casi imposible un acuerdo de legislatura.

El cambio en el liderazgo del Bloco de Esquerda, previsto para mayo, se suma al del Partido Comunista Portugués, consumado el pasado noviembre

El endurecimiento del discurso de los comunistas, que en esa misma conferencia volvieron a agitar la bandera antieuropeísta y a apostar por la nacionalización de empresas estratégicas, tiene como objetivo recuperar los votos perdidos en las elecciones del año pasado. En esos comicios, la coalición del PCP con los Verdes consiguió seis diputados en el Parlamento, la mitad de los obtenidos tan solo dos años antes. La reconstrucción de una imagen de partido protesta, sumada a la cercanía con unos sindicatos cada vez más movilizados y al arraigo en las estructuras municipales son parte de las líneas en las que el partido basará su estrategia para recuperar peso político.

Nuevos liderazgos

El aumento del tono contra el Gobierno también ha sido perceptible en el BE, que deberá elegir una nueva dirección a finales de mayo. La retirada de Martins tras 10 años en el cargo abre paso a una nueva etapa en la que el partido pretende abrazar el descontento social para recuperar el electorado perdido en las pasadas elecciones, en las que pasó de 19 a 5 diputados. "Estamos en un momento político que se siente en la calle, en las conversaciones y en las perspectivas sobre el presente y el futuro. Y que exige respuestas diferentes", aseguró la semana pasada el portavoz parlamentario del partido, Pedro Filipe Soares, en una entrevista al semanario Expresso.

El nombre que más suena para suceder a Martins es el de Mariana Mortágua, una de las caras más visibles de la formación y quien ha oficializado su candidatura este lunes. El politólogo de la Universidad de Lisboa Hugo Lopes señala que Mortágua puede ayudar a recuperar parte del electorado perdido en las últimas elecciones, especialmente a los más jóvenes. "El BE ha tenido dificultades recientemente para captar a su electorado tradicional, que son los jóvenes, debido a la aparición de nuevos partidos como los liberales o los animalistas, que también consiguen atraer votos en esa franja", asegura. Al igual que el PCP, los bloquistas tratarán de recuperar electorado atacando lo que consideran una escasa respuesta del Gobierno socialista al empobrecimiento de las familias.

"El electorado perdido por los partidos de izquierdas es un electorado fácil de recuperar, porque muchas de las personas que votaron por el PS en las pasadas elecciones lo hicieron por miedo a que la derecha radical pudiera entrar en el Gobierno", explica Lopes. Una parte importante de los votantes de izquierdas optaron por la estabilidad y culpabilizaron al PCP y al BE por la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero el desgaste de un Ejecutivo, que ya ha perdido gran parte de su popularidad en tan solo un año de legislatura, ofrecerá nuevas oportunidades a los dos partidos.

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