Tras la tregua navideña

Rusia reivindica la muerte de 600 militares ucranianos y Kiev lo desmiente

Ucrania denuncia que Putin ha creado "el mayor campo de minas del mundo" en el este del país, con 250.000 kilómetros cuadrados plagados de artefactos explosivos

Columnas de humo se elevan de un ataque ruso durante un alto el fuego de 36 horas por la Navidad ortodoxa

Columnas de humo se elevan de un ataque ruso durante un alto el fuego de 36 horas por la Navidad ortodoxa / REUTERS /Clodagh Kilcoyne

Agencias

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Rusia ha reivindicado la muerte de 600 militares ucranianos tras el fin de la tregua navideña. El Kremlin enmarca el balance de bajas dentro de "operación de represalia" por el ataque de Año Nuevo contra las fuerzas rusas en la ciudad de Makíivka, en el este de Ucrania, que costó las vidas de entre 89 y 400 militares rusos, según las distintas estimaciones. Los ejércitos de ambos estados han reiniciado las hostilidades en diversas magnitudes desde la madrugada de este domingo con diversos ataques de artillería en el este del país.

Un bombardeo del ejército ucraniano dañó dos centrales termoeléctricas en la región de Donetsk, mientras las tropas rusas atacaron las regiones orientales de Donetsk y Járkov, y la sureña Zaporiyia, según partes militares de ambos bandos. En las últimas 24 horas el ejército ruso ha informado de que más de 80 militares ucranianos han muerto en el territorio de la república de Lugansk.

El Kremlin ha divulgado sus operaciones para responder al considerado como uno de los mayores varapalos recibidos por las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión de Ucrania, el ataque contra Makíivka. El portavoz del Ejército ruso, el general Igor Konashenkov, ha difundido a través de sus canales oficiales un ataque con misiles contra dos dormitorios de un cuartel del ejército ucraniano en Kramatorsk, en Donetsk, que según esas mismas fuentes habría acabado con la vida de 600 de los 700 militares allí destinados. Según estimaciones ucranianas, su ataque acabó con la vida de unos 400 soldados rusos.

El Gobierno ucraniano ha desmentido la información a través de un portavoz militar, Serhii Cherevati. "Es otra muestra de la propaganda rusa", ha afirmado en declaraciones a la cadena británica BBC.

En la batería de bombardeos de este fin de semana, la artillería ucraniana alcanzó las centrales de Novi Svet y Zugres bajo control prorruso, según informó este domingo un representante de la autoproclamada república popular de Donetsk en su canal de Telegram. Por su parte, la pasada noche la artillería rusa habría golpeado la localidad de Merefa, en Járkov, donde murió un hombre de 50 años y otras ocho acabaron heridas.

"Incluso en Navidad el enemigo no cesa el terror contra la población civil", denunció en Telegram Oleg Sinegubov, jefe de la administración militar de Járkov. Otro ciudadano falleció en la parte nororiental de dicho territorio y otro resultó herido en la región meridional durante el mismo periodo, según Kirilo Timoshenko, representante de la oficina del presidente ucraniano. Las tropas rusas también habrían lanzado una decena de ataques contra los bastiones ucranianos de Kramatorsk y Konstantinovka en Donetsk, donde no hubo que lamentar bajas civiles.

Horas antes del fin del alto el fuego unilateral ordenado por el presidente ruso, Vladímir Putin, varias ciudades ucranianas declararon la alerta aérea en previsión de bombardeos. El Estado Mayor ucraniano estimó en 40 los ataques con lanzaderas de misiles perpetrados por el enemigo durante las últimas 24 horas contra infraestructuras civiles. Las autoridades ucranianas y el Pentágono acusaron a Moscú de no respetar su propio alto el fuego, a lo que el Ministerio de Defensa ruso replicó que durante las 36 horas de tregua navideña sus fuerzas únicamente se limitaron a responder a los ataques enemigos.

El "mayor campo de minas del mundo"

El primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, ha denunciado que Rusia es la responsable de la creación del "mayor campo de minas del mundo" tras el minado de 250.000 kilómetros cuadrados de territorio en el este del país -una extensión más grande que el Reino Unido, por ejemplo-. "No solo dificulta el desplazamiento de las personas, sino que también ha provocado dificultades para la agricultura, que es una de nuestras industrias más importantes", ha afirmado Shmihal en una entrevista concedida a la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

En pleno intercambio de bombardeos y acusaciones, los gobiernos de ambas potencias continúan sus negociaciones para el intercambio de prisioneros. Tanto el Kremlin como Kiev ha anunciado el canje de 100 soldados -50 cada ejército- que habían caído presos durante los combates en Ucrania. Desde el inicio de la guerra, en febrero del pasado año, cientos de prisioneros de ambos bandos han sido intercambiados.

Los rusos atacan una misión de la ONU

La administración ucraniana de la región de Zaporoyia ha denunciado un ataque ruso durante la visita humanitaria de la misión de Naciones Unidas a una localidad de la zona. El jefe de la administración ucraniana, Oleksandr Staruj, denunció en su cuenta de Telegram que el ataque había ocurrido durante una entrega de ayuda humanitaria de la ONU en la ciudad de Oríjiv, a unos 60 kilómetros aproximadamente del frente regional.

El ataque ocurrió, asegura Staruj, en medio del alto el fuego declarado por Rusia de manera unilateral el pasado viernes y que ha expirado en la medianoche del sábado para el domingo. "El ocupante continúa haciendo caso omiso de las reglas de la guerra y atacando comunidades. Rusia es un talibán ortodoxo, que desconoce lo que es sagrado e ignora todas las reglas de la convivencia humana", ha protestado Staruj en su mensaje.

Ni Naciones Unidas ni Rusia se han pronunciado de momento sobre este incidente. El último comunicado de la ONU -a través de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, en sus siglas en inglés)- es de la mañana del sábado 7 de enero y no menciona daños sobre la central nuclear. Los agentes de la IAEA desplegados sobre el terreno informan que las fuentes de electricidad fueron restaurada en la central de Zaporoyia, una vez finalizaron las tareas de reparación para garantizar la seguridad nuclear.

Bielorrusia entrena a sus tropas

Por otra parte, la llamada agrupación militar regional ruso-bielorrusa -un contingente compuesto por diferentes unidades de ambos países-, ha intensificado sus entrenamientos tras el incremento de su número en efectivos y material bélico, según informó hoy el Ministerio de Defensa de Bielorrusia. "La intensidad de los ejercicios no deja de aumentar. El objetivo es estar listo para rechazar al agresor en todos los frentes", informó el canal de televisión ministerial VoenTV. El entrenamiento conjunto tiene en cuenta "la experiencia recibida por los soldados rusos durante la operación militar especial" en Ucrania, añadió.

La instrucción se propone perfeccionar la preparación táctica y de tiro, y la cohesión de todos los miembros de la agrupación ruso-bielorrusa. "Especial atención se presta al trabajo en zonas urbanas", explica. Minsk ha reconocido la llegada a su territorio de nuevos convoyes ferroviarios con tropas y equipos militares rusos, los últimos de los cuales con unos 1.500 hombres habrían llegado esta misma semana a la ciudad bielorrusa de Vitebsk, según la prensa independiente.

Recientemente, el secretario del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Alexandr Vólfovich, aseguró que la agrupación militar regional tiene "objetivos exclusivamente defensivos y su misión es, ante todo, la defensa de la fronteras occidentales de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia". Recordó que el emplazamiento de la agrupación en el territorio bielorruso fue acordada el año pasado por los presidentes de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y de Rusia, Vladímir Putin.

Según el Ministerio de Defensa de Bielorrusia, el componente ruso de la agrupación regional conjunta estará integrado por al menos 9.000 militares, 170 tanques, 200 carros blindados y hasta 100 piezas de artillería y morteros de calibre mayor de 100 milímetros. Las autoridades ucranianas han descartado de momento un ataque desde territorio bielorruso, como ocurrió en el comienzo de la campaña militar rusa en Ucrania, ordenada por Putin el 24 de febrero del año pasado.