La vista de la eurodiputada Eva Kaili detenida por corrupción, aplazada al 22 de diciembre

La eurodiputada griega Eva Kaili, detenida en Bélgica por la supuesta trama de sobornos relacionada con Qatar para influir en la toma de decisiones del Parlamento Europeo y destituida este martes como vicepresidenta de la institución europea, seguirá en prisión preventiva al menos una semana más, tras el aplazamiento de la vista prevista este miércoles hasta el 22 de diciembre. Los otros tres detenidos, imputados lo mismo que la ya expresidenta del Europarlamento "de pertenencia a organización criminal, corrupción y blanqueo de dinero", sí han comparecido ante el tribunal de primera instancia que instruye el caso. Dos de ellos seguirán en detención preventiva mientras que el tercero tendrá la obligación de llevar un brazalete electrónico. 

"Debido al aplazamiento que había solicitado, la demandada E.K. no ha estado presente en la vista de hoy; comparecerá ante la sala de (la cámara del consejo) el 22 de diciembre", ha explicado la Fiscalía en un comunicado. Inicialmente se había atribuido la ausencia de Kaili a una huelga de funcionarios en la prisión donde está detenida que habría impedido su traslado. El abogado griego de la eurodiputada ha dicho en los últimos días que su defendida es inocente y que no conocía la existencia del dinero incautado en su domicilio en el marco de la investigación destapada el viernes.

A la espera de esta vista, la corte belga sí ha confirmado que la pareja de Kaili y asistente parlamentario, Francesco Giorgi así como el ex eurodiputado Pier Antonio Panzeri, ambos mencionados solo con sus iniciales en la nota de prensa, seguirán en prisión preventiva. El secretario general de la oenegé No Peace Without Justice y lobista italiano, Niccolò Figa-Talamanca, seguirá también detenido pero "bajo la modalidad de brazalete electrónico".

"Si se presenta un recurso contra esta decisión en el plazo de 24 horas, los interesados comparecerán ante la sala de acusación del Tribunal de Apelación de Bruselas en el plazo de dos semanas. En interés de la investigación, no se facilitará más información por el momento", han informado las autoridades de belgas tras una vista que ha generado muchísima expectación entre los medios de comunicación que, sin embargo, no han podido ver entrar ni salir a los acusados, que han abandonado las instalaciones de la corte belga totalmente inadvertidos.

Operación en marcha

La operación del llamado 'Qatargate', en todo caso no ha terminado. Desde el pasado viernes la policía judicial ha realizado una veintena de registros entorno a personas relacionadas con el Parlamento Europeo y se ha incautado de más de un millón y medio de euros en efectivo en los domicilios de algunos de los imputados, incluida una maleta llena de dinero en manos del padre de la acusada, que fue interrogado pero terminó siendo puesto en libertad. Una parte de este dinero, según el diario belga Le Soir, habría sido retirado en Bélgica lo que podría permitir a los investigadores descubrir con mayor facilidad el banco del que salieron y la persona de cuya cuenta procede el dinero. Las autoridades también seguirán la pista de las huellas digitales para compararlas con otros posibles inculpados o interrogados.

Nuevas informaciones publicadas este miércoles por Le Soir y Knack apuntan además al exeurodiputado Panzeri como epicentro de la trama. Este ex eurodiputado, que dirige ahora la oenegé Fight Impunity, ya estaba en el punto de mira de la Seguridad del Estado belga en el marco de una investigación sobre posibles injerencias extranjeras lanzada en 2021 y en la que habrían colaborado otros cinco países europeos. Fue la Seguridad del Estado -responsables de recabar información sobre actividades que pueden suponer una amenaza para el estado- los que habrían acumulado indicios de una posible infracción.

Concretamente, habrían descubierto 700.000 euros en metálico en el domicilio de Panzeri durante una "visita clandestina". Esto es lo que habría desencadenado a mediados de julio pasado el inicio de una investigación por parte de la oficina central para la represión de la corrupción. Además de Qatar, que ha negado las acusaciones, algunos medios como Político o Der Spiegel también apuntan hacia posibles injerencias de Marruecos.