Cita crucial

La Liga Árabe, un laberinto de conflictos y divisiones

Argelia acoge a partir de este martes la 31 cumbre de los países de la región

Una representación del Burj Al Arab en la cumbre de países árabes.

Una representación del Burj Al Arab en la cumbre de países árabes. / EFE

Marc Ferrà
Adrià Rocha Cutiller
Andrea López-Tomàs
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los representantes de los 21 países árabes se reúnen este martes y miércoles en Argelia para celebrar la 31 Cumbre de la Liga Árabe. Actualmente, la región atraviesa múltiples divisiones y conflictos, algunos históricos, que complican unidad de estos países. De la causa palestina hasta la influencia de Irán, la disputa diplomática entre Argelia y Marruecos o las guerras en Yemen o Libia, van a marcar directa o indirectamente la agenda del encuentro. También el futuro de Siria, el único país que no participa en la cumbre, ya que desde 2011 está suspendido de este organismo.

La caída en el olvido de la causa palestina

Los Acuerdos de Abraham mediados por la administración estadounidense de Donald Trump en 2020 han obsequiado a Israel con el regalo de la amistad y la creciente aceptación en la región del que, algún día, fue el enemigo común de todos los países árabes.

Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Sudán gozan de relaciones oficiales con el Estado israelí. Las potencias del Golfo son las que más se han beneficiado del flujo de capital económico, militar y tecnológico con su nuevo socio. 

Por su parte, Estados Unidos sigue mediando para que Omán y Arabia Saudí se unan a este nuevo círculo, aunque el deterioro de relaciones con Riad lo dificulta. 

Mientras, los palestinos languidecen bajo más de medio siglo de ocupación en Cisjordania y tres lustros de bloqueo en la Franja de Gaza. Además, los territorios ocupados son el escenario del año más letal desde 2015, con más de 131 palestinos muertos a manos del Ejército israelí. A. L.-T.

Irán, con drones pero en retirada

Por las protestas -y el subsecuente caos interno- que sacuden Irán desde mediados de septiembre, la República Islámica ha visto reducir su influencia en la región. En Siria, Irán ha observado impotente cómo Israel lleva a cabo una campaña de bombardeos y ataques casi diarios contra posiciones del país persa y de sus milicias allegadas. 

Y en Irak, país que hace unos años estaba bajo control casi total de Irán, ahora la República Islámica es incapaz de crear un Ejecutivo afín que pueda establecerse en Bagdad, sobre todo por el movimiento antiimperialista y antiiraní que ganó influencia en las protestas de 2019 y ahora lidera en coalición el clérigo chií Moqtada al Sadr.

Pero todo esto no significa que Teherán se haya retirado completamente del mapa. Irán espera volver cuando pase la tormenta de sus protestas, ayudada por sus nuevos drones kamikaze <strong>Shahed-13</strong>6, usados por <strong>Rusia</strong> en <strong>Ucrania</strong> y que se han ganado la fama de ser efectivos pero, sobre todo, increíblemente baratos. Se espera que puedan aparecer sobre el terreno en Siria, Libia, Yemen e incluso en manos de la libanesa Hizbulá. A. R. C.

Argelia, Marruecos y el Sáhara Occidental 

Marruecos y Argelia mantienen una disputa histórica desde hace décadas con el Sáhara Occidental como trasfondo, pero también por la hegemonía regional en el norte de África. Argelia es el principal aliado del Frente Polisario, que tiene su cuartel general en el desierto argelino. Argel reclama un referéndum de autodeterminación para este territorio excolonia española. Marruecos, que en la práctica gestiona la mayoría de este territorio, solo contempla una autonomía bajo la soberanía marroquí. 

Argelia cortó relaciones diplomáticas con Marruecos el verano de 2021 y acusó a Rabat de "acciones hostiles", además vetó las aeronaves marroquís de su espacio aéreo. Argel también acusó al Gobierno de Rabat de espiar teléfonos argelinos y le reprochó que normalizara relaciones con Israel. En sus últimos discursos, Mohamed VI tendió la mano a la presidencia argelina, pero por ahora no se ha producido ningún acercamiento. M. F.

La división libia

Libia sigue sin encontrar su rumbo desde que en 2011 estallaron las protestas y el conflicto. El fin de la dictadura de Gadafi provocó una guerra civil entre facciones para controlar el país. Actualmente, Libia continúa dividida entre este y oeste, con dos autoridades paralelas que han protagonizado enfrentamientos durante estos últimos años. Actualmente, la situación política está enquistada y varias potencias extranjeras han tomado parte en el conflicto.

Al este predomina el Ejército Nacional Libio, con Jalifa Haftar al frente y con el apoyo de Rusia, Egipto o Emiratos Árabes Unidos. Esta facción intentó, sin éxito, tomar la capital del país. El oeste del país está bajo la influencia del Gobierno con sede a Trípoli, que ha recibido el apoyo de Turquía y Qatar, entre otros países occidentales. Los intentos de celebrar elecciones o firmar acuerdos de paz entre ambas partes no han logrado, por ahora, encontrar una salida al conflicto. M. F.

Los conflictos olvidados de Yemen y Siria

Las guerras de Siria y Yemen han pasado a un segundo plano informativo ante la bajada de la violencia en los dos países. Esto no significa, sin embargo, que sus respectivas guerras hayan terminado: los dos estados siguen divididos, con territorios controlados por facciones distintas. 

En Siria, los bombardeos del régimen de Bashar al Asad contra regiones en el norte del país controladas por la oposición —donde la presencia de civiles es enorme— siguen ocurriendo mensualmente, aunque a una escala algo menor que durante las épocas de más tensión en el conflicto.  

En Yemen, la historia es parecida: sobre el conflicto pesaba un alto el fuego desde abril fraguado por Naciones Unidas, pero que expiró en octubre y que, igualmente, era roto de vez en cuando por escaramuzas entre los rebeldes hutís, apoyados por Irán, y el Gobierno de Saná, protegido por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. A. R. C.

Vuelven las amistades con Damasco

El presidente sirio, Bashar el Asad, retorna a la escena regional gracias a sus vecinos. Tras 11 años de conflicto, el aislamiento del dictador se va reduciendo. Desde el Golfo, los gobiernos de Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Omán han retomado las relaciones por completo con Siria y han abierto sus embajadas y mandado representantes diplomáticos.

Sus vecinos más inmediatos, como Jordania o el Líbano, mantienen conversaciones regulares con las autoridades sirias para la gestión de sus fronteras o, en el caso del país de los cedros, para coordinar el retorno de los refugiados que empezó la semana pasada.

También a mitad del mes pasado, la milicia palestina Hamás escenificó la reanudación de las relaciones con su primera visita en una década a Siria. Después de que apoyaran el levantamiento de la oposición contra el presidente sirio hace 11 años, ahora quieren reabrir sus oficinas en Damasco

A su vez, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha mostrado signos muy tímidos de volver al diálogo con Asad pero la reconciliación queda lejos. A. L.-T.

Todos en sintonía con Qatar

Hace casi dos años que Qatar vuelve a mantener relaciones con sus países vecinos. Pero esta es la primera cumbre de la Liga Árabe en que se encontrarán. En 2017, estalló la crisis diplomática cuando Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto rompieron vínculos con su socio qatarí e impusieron un boicot sobre el país peninsular acusándolo de apoyar al terrorismo.

El bloqueo tuvo graves consecuencias sobre Qatar, que se quedó aislado durante casi cuatro años. En enero del año pasado, Riad y sus aliados decidieron acabar con el boicot sobre el país. Reabrieron su espacio aéreo y sus fronteras marítima y terrestre con el pequeño emirato, gracias a la mediación de Kuwait. Los aviones de Qatar Airways pudieron volver a sobrevolar estos territorios.

Ahora, todos los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) se reencontrarán en Argelia, escenificando la sintonía que les vuelve a unir. A. L.-T.

Suscríbete para seguir leyendo