Relevo en Downing Street

Truss presenta un plan de más de 116.000 millones para reducir la factura energética del Reino Unido

La nueva primera ministra británica limitará el aumento de las facturas de electricidad de los consumidores y promoverá nuevas fuentes de energía

Liz Truss

Liz Truss / John Sibley / REUTERS

Begoña Arce

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La nueva líder británica, Liz Truss, ha desvelado este jueves su plan para suavizar el impacto de la crisis energética en el bolsillo de los británicos. En su primera intervención como primera ministra en la Cámara de los Comunes, Truss ha anunciado un tope en los recibos de la luz y el gas para los hogares de 2.500 libras (2.880 euros) anuales para una factura estándar. De esa manera, busca frenar la subida del 80% prevista para el próximo 1 de octubre. La congelación de las tarifas se mantendrá durante un periodo de dos años y según los cálculos de Truss el tope supondrá un ahorro de 1.152 euros anuales para los hogares, además de un descuento de 460 euros previamente anunciado.

Habrá, además, un esquema no especificado aún para empresas e instituciones como hospitales y escuelas, por un periodo de seis meses del que no se han ofrecido más detalles, tal y como exige la Federación de Pequeños Empresarios (FSB). "No tenemos suficiente información para hacer planes", declaró Martin McTague, presidente de la FSB.

Con este paquete de medidas, el Gobierno británico prevé en recortar la inflación hasta cinco puntos porcentuales. Actualmente, el IPC se sitúa en el 10,1% y se espera que continúe subiendo en los próximos meses hasta el 13%.

Truss también anunció el fin de una moratoria sobre la polémica técnica de la fractura hidráulica ('fracking') para la extracción de gas y petróleo en el subsuelo y la revisión de los objetivos sobre el cambio climático que se había marcado el Reino Unido.

"Este es el momento de ser valientes. Afrontamos una crisis de energía global y no existen opciones que no tengan un coste", afirmó Truss.

Polémico pago de la deuda

No se ha facilitado el monto total de paquete que podría desvelar el  ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, a final de este mes, pero se calcula que ascenderá al menos a 100.000 millones de libras (116.000 millones de euros), aunque la BBC hablaba de 50.000 millones más. "Circunstancias extraordinarias requieren medidas extraordinarias", señaló Truss negándose a dar una cifra del coste total. A pesar de ello existe el temor de que lo previsto sea insuficiente y no habrá más ayudas gubernamentales a millones de hogares en precario y al borde de la pobreza, que seguirán sin poder pagar los recibos este invierno.

La monumental subvención aumentará aún más la enorme deuda del Reino Unido. Truss ha rechazado los llamamientos de la oposición para pagar el paquete de ayudas con un impuesto a los beneficios extra de las petroleras. El líder laborista, Keir Starmer, la acusó de "ser una dogmática" y advirtió de que "son los trabajadores los que van a pagar por ello".  "Nos enfrentamos a una crisis de energía global y no hay opciones que sean gratis", replicó Truss.

La primera ministra también recibió críticas de organizaciones ecologistas como Greenpeace. "Truss ha decidido permitir a compañías del tipo de Shell y BP que disfruten de los miles de millones que sacan con el enorme sufrimiento ocasionado por la crisis climática y energética, dejando que sean los contribuyentes los que afronten la factura", le afeó Rosie Rogers, responsable de Petróleo y Gas de esta entidad.