Guerra de Ucrania

La UE restringe la obtención de visados a los ciudadanos rusos

Los Veintisiete evitan la prohibición total, pero dificultan el acceso a un permiso para entrar en los países de la Unión Europea

Josep Borrell

Josep Borrell / EFE / Pedro Puente Hoyos

Silvia Martinez

Silvia Martinez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Unión Europea no prohibirá totalmente el acceso a visados europeos a ciudadanos y turistas rusos porque la medida, reclamada por los países bálticos o Polonia, no concita la unanimidad de los Veintisiete y hay quienes defienden que podría dar oxígeno a Moscú en su propaganda antieuropea y que hay que mantener las puertas abiertas a determinados colectivos. Pero los ministros de exteriores de la Unión Europea sí han conseguido cerrado un acuerdo político para suspender plenamente el Acuerdo de Facilitación de Visados firmado con Rusia en 2007, que garantiza unas condiciones privilegiadas de acceso a territorio comunitario. 

El pacto ya fue parcialmente suspendido el pasado 25 de febrero, dentro del segundo paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania. Desde entonces los miembros del gobierno y del parlamento ruso, del tribunal supremo y la corte constitucional, los ciudadanos con pasaporte diplomático, miembros de delegaciones rusas oficiales así como empresarios y representantes de organizaciones empresariales habían perdido el acceso privilegiado que garantizaba el acuerdo y estaban sujetos a condiciones mucho más complicadas y farragosas, con trámites más caros para viajar a la UE y plazos de respuesta de las autoridades más largos. 

“La facilitación de visados se hace para facilitar (el acceso). Si se termina no habrá más facilidad. Los visados serán más difíciles de conseguir. Todavía será posible obtener nuevos visados, pero en un número mucho más reducido”, ha dicho Borrell al término de un consejo informal de dos días celebrado en Praga (República Checa), centrado sobre todo en la situación en Ucrania. Según ha explicado, desde mediados de julio se ha producido un aumento sustancial en el número de personas que cruzan las fronteras entre Rusia y los países vecinos, lo que supone un riesgo para la seguridad. También ha destacado que hay muchos rusos que siguen viajando a la UE por turismo y compras, “como si no hubiera una guerra en Ucrania”, y los Estados miembros consideran que no pueden continuar así.

Proceso más largo y caro

Los Veintisiete tenían claro que había que “hacer algo” y el resultado es endurecer todavía las posibilidades de viajar a territorio comunitario suspendiendo el acuerdo que facilitaba la obtención de visados. “Esto significa que se reducirá significativamente el número de visados nuevos emitidos por los Estados miembros. El proceso será más difícil y más largo y, en consecuencia, el número de visados se reducirá sustancialmente”, ha detallado Borrell sobre un enfoque común que evitará además que los rusos vayan de un país de la UE a otro buscando el permiso en aquel que ofrece las mejores condiciones de acceso.

El pacto cerrado por los Veintisiete, que todavía tendrá que desarrollarse y acordarse formalmente en un futuro Consejo por mayoría cualificada, también incluye el compromiso a analizar cada solicitud de visado de forma individualizada, particularmente para determinados colectivos. “No queremos separarnos de aquellos rusos que están en contra de la guerra en Ucrania. No queremos cortar (lazos) con la sociedad civil rusa”, ha añadido.

Controles fronterizos

El compromiso también incluye la aceptación de que los países fronterizos con Rusia, que se enfrentan a una situación "difícil", puedan adoptar medidas nacionales para restringir la entrada en su territorio y un encargo a la Comisión Europea para que examine la situación de los millones de visados en vigor y elabore directrices de actuación. "La situación en los países vecinos es desafiante. Reconocemos que estos países pueden tomar medidas a nivel nacional para restringir la entrada a la Unión Europea a través de sus fronteras de conformidad con el código de fronteras Schengen de la Unión Europea", ha anunciado Borrell abriendo la puerta a una solución regional. Del debate en Praga también sale el compromiso a no reconocer los pasaportes emitidos por las autoridades rusas de los territorios ocupados en Ucrania.