China

El presidente chino, Xi Jinping, visita Xinjiang por primera vez en ocho años

La represión de la minoría musulmana en la región es foco de tensión entre Pekín y Occidente

El presidente de China, Xi Jinping

El presidente de China, Xi Jinping / Selim CHTAYTI / POOL / AFP

EFE

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El presidente chino, Xi Jinping, ha visitado esta semana la región noroccidental china de Xinjang por primera vez en ocho años, según han informado este viernes distintos medios estatales. La última vez fue en 2014, donde el mandatario hizo un discurso describiendo la situación de la zona como una mezcla de "actividades terroristas violentas activas, luchas intensas contra el separatismo y un período doloroso de intervención y tratamiento".

Este viaje es la primera aparición pública desde que se desplazase el pasado 30 de junio a la ciudad semiautónoma de Hong Kong con motivo del 25º aniversario del regreso a soberanía china de la excolonia británica.

En su visita de dos días por la capital de la región de la minoría uigur, Urumqi, el presidente ha visitado la Universidad de Xinjiang, un museo y un puerto terrestre de mercancías, donde ha aprovechado para destacar que Xinjiang ya no es "un área remota, sino un eje central", en relación a la iniciativa china de la Franja y la Ruta, el plan que busca construir carreteras, vías férreas, puertos, plataformas logísticas y otras infraestructuras en más de 60 países.

El desplazamiento del presidente esta semana se produce meses antes de un congreso del Partido Comunista Chino (PCCh, gobernante) en el que se realizará una reorganización de los cargos del partido y donde se espera que Xi comience un tercer mandato como secretario general inédito entre sus predecesores de las décadas más recientes.

Abuso contra minorías musulmanas

Desde la última visita del mandatario a la región, según algunas organizaciones de derechos humanos y Gobiernos extranjeros, se han estado utilizando campos de internamiento por los que han pasado de manera forzosa un millón de uigures.

Estos supuestos abusos contra las minorías musulmanas de la zona han sido foco de conflictos entre China y los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza. El Departamento de Estado estadounidense publicó el año pasado un informe en el que destacó entre los crímenes perpetrados por las autoridades chinas en Xinjiang "torturas, persecución y esterilización y trabajos forzosos".

La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, realizó el pasado mayo una visita a Xinjiang para intentar conocer la situación de esa región ante las reiteradas denuncias de abusos contra las minorías musulmanas.

China niega categóricamente que en esa región existan trabajos forzados o que se opriman las prácticas religiosas, y considera las informaciones en ese sentido "acusaciones sin ningún fundamento" que "indignan" a la población de la zona.