Identificaron los restos del periodista británico asesinado en el Amazonas y buscan el cuerpo de su compañero

Ambos habían desaparecido en una tierra indígena que es objeto de un permanente hostigamiento por grupos criminales

El pasado miércoles un hombre dedicado a la pesca ilegal había confesado su participación en los asesinatos

Familiares y allegados de Dom Philips y de Bruno Pereira, en una concentración este domingo en Río de Janeiro.

Familiares y allegados de Dom Philips y de Bruno Pereira, en una concentración este domingo en Río de Janeiro. / ANTONIO LACERDA

Abel Gilbert

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La Policía Federal (PF) de Brasil anunció este viernes que han identificado los restos del periodista británico Dom Phillips, quien desapareció junto con el indigenista Bruno Pereira. Fue el propio autor del crimen que, a partir de su confesión, dijo dónde habían sido dejados los cadáveres. Por el momento, la PF brindó informaciones solo referidas al colaborador de The Guardian y The New York Times, quien vivía en Brasil desde hacía 15 años. Dijo que la pericia se practicó sobre el "material" hallado en una remota zona de la selva. "La confirmación se hizo con base al examen de odontología forense combinado con antropología forense". La policía agregó que trabaja para establecer la "completa identificación" de los restos hallados en la zona, donde se cree que también estaba enterrado Pereira. Ambos habían sido vistos por última vez el pasado 5 de junio en el Valle de Javari, una región de la Amazonía lindante con las fronteras de Colombia y Perú que suele ser asolada por los buscadores de oro y aquellos que se dedican a la tala no autorizada de la selva. La pareja navegaba por un río cuando, se presume, fue asaltada por más de una persona.

El caso ha provocado estremecimiento tanto en Brasil como en el exterior, al punto de que Estados Unidos, que parecía haber atenuado su falta de empatía con el Gobierno de ultraderecha pidió "rendición de cuentas y justicia" así como mayores esfuerzos "para proteger a los defensores del bosque tropical y a los periodistas”. La cuestión de la Amazonía había sido nada menos que uno de los temas de conversación en Los Ángeles entre Joe Biden, el anfitrión de la Cumbre de las Américas, y Jair Bolsonaro.

La Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javari (Univaja) reaccionó negativamente a la información policial y recordó que esa fuerza ignoró los documentos presentados por esa entidad sobre las actividades del crimen organizado en la misma tierra donde tuvieron lugar los asesinatos. Según Univaja existen indicios de la participación de más personas en el crimen a pesar de que la PF sostiene que "los autores actuaron solos, y no hubo ningún cerebro u organización criminal".

Ese grupo, precisó Univaja, está formado por cazadores y pescadores profesionales. "Hemos dado los nombres de los invasores, los miembros de la organización criminal, sus métodos de operación, cómo entran y cómo salen de las tierras indígenas, las drogas ilícitas que llevan, los tipos de embarcaciones que utilizan en sus actividades ilegales". Univaja exigió en ese sentido que la PF "considere la información cualificada que ya le hemos transmitido en nuestras cartas". Sólo entonces "tendremos la oportunidad de volver a vivir en paz en nuestro territorio, el Valle del Javari".

El comunicado de esos pueblos originarios puso otra vez en escena la negligencia de las instituciones para controlar lo que sucede en la Amazonía, una región donde no solo los indígenas sino los ambientalistas están sometidos a un permanente hostigamiento que suele desembocar en la muerte. Míriam Leitão, columnista del diario carioca O Globo, calificó de absurdo que la PF haya descartado como línea de investigación las informaciones presentadas por Univaja.

Críticas al Gobierno

Como era de suponer, los episodios en el Valle de Javari suscitaron una ola de críticas hacia el presidente y sus colaboradores, de reconocida antipatía hacia las cuestiones indígena y ambiental. El sociólogo Demétrio Magnoli recordó en una columna publicada en Folha de San Pablo todas las opiniones vertidas por el capitán retirado y su vicepresidente, Hamilton Mourão, sobre las desapariciones del periodista y Pereira. Bolsonaro calificó el triángulo del Javari como una región "salvaje", donde "todo puede pasar", y consideró la presencia del periodista y su acompañante como una "aventura". Por su parte, Mourão dijo que habían ido a una región "peligrosa" y "alejada de todo", en la que "se producen una serie de ilegalidades", con lo cual, remarcó Magnoli, dejaba de entrever que las víctimas habían sido irresponsables. "De hecho, ambos están diciendo también que el Estado ha renunciado a la soberanía sobre extensas franjas de la Amazonia brasileña".

Hasta la llegada Bolsonaro al Gobierno, subraya el columnista, todos los Gobiernos posteriores a la dictadura (1964-85) se comprometían de forma genérica a proteger la Amazonía, describiéndola como la vigilancia de las fronteras, la preservación de los bosques y la garantía de los derechos indígenas en las tierras demarcadas. "Hoy en día, el panorama de la delincuencia deja al descubierto la magnitud de la mentira".