Crisis económica

Argentina llega a un acuerdo 'in extremis' con el FMI y evita la suspensión de pagos

El presidente Alberto Fernández afirma que el pacto no va a condicionar el crecimiento ni forzar un ajuste económico

El documento suscrito deba ahora de ser aprobado por el Parlamento, donde el Gobierno ha perdido la mayoría

Argentina presidente Alberto  Fernández

Argentina presidente Alberto Fernández

Abel Gilbert

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"La historia juzgará quién hizo qué. Quién creó un problema y quién lo resolvió", ha dicho el presidente argentino Alberto Fernández al anunciar este viernes, y casi al borde del precipicio económico, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El pacto a última hora, ha remarcado Fernández, "no implicará saltos devaluatorios" ni "condiciona" al país. Los mercados reaccionaron favorablemente de inmediato. No todos saludaron de manera entusiasta la novedad.

En 2018, el entonces presidente Mauricio Macri recibió el préstamo más grande del FMI en su historia: 47.000 millones de dólares (42.157 millones de euros) . Esa suma se evaporó en pocos meses. El Gobierno peronista consideró tras asumir el poder en diciembre de 2018 que la deuda era prácticamente impagable. Si bien fue abonando algunos de sus tramos, a fines de 2021 Argentina se encontraba en un callejón sin salida y con escasas reservas en el Banco Central (BCRA).

Este viernes vencía el giro de 731 millones de dólares. Como las negociaciones con el FMI se encontraban empantanadas, el fantasma de una suspensión de pagos había adquirido una peligrosa carnadura. Cuando gran parte de los analistas daban por hecho que Argentina pasaba a ser un país "moroso", Fernández ha informado que el peor de los escenarios imaginados se había evitado. "Con el anuncio del nuevo acuerdo el Gobierno se saca de encima el principal condicionante que enfrentaba la economía: los cerca de 20.000 millones de dólares que se debían pagar por año al organismo, una cifra imposible de cumplir", señaló el diario Ámbito Financiero. De esta manera, el FMI refinanciará cada uno de esos vencimientos. En definitiva, más deuda.

"Gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Sufríamos un problema, y ahora tenemos una solución. Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer. Sin acuerdo, no teníamos un horizonte de futuro", ha afirmado el mandatario, cuyo rostro no parecía denotar alegría. Según Fernández, en comparación con acuerdos anteriores suscritos por Argentina con el organismo financiero, no se contemplan "restricciones que posterguen nuestro desarrollo". No era esa la opinión de algunos analistas.

Fernández ha asegurado que no se reducirán las pensiones, las ayudas sociales ni se reformará la legislación laboral. Tampoco aumentarán las tarifas de los servicios públicos. No se frenará la investigación científica ni la inversión en la obra pública. Fernández ha señalado que esta vez el FMI no "impone" que el Estado llegue de inmediato a un déficit cero de su gasto, una meta que no es realizable en un país con más de 40% de pobres. No obstante, las autoridades deben tener instrumentos más eficaces para reducir la inflación, que en 2021fue de casi el 51%.

Nuevo escenario

"Además, vamos a poder acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe. Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada". De no haberse llegado a este punto, ha subrayado el presidente, las posibilidades de acceder a nuevos créditos internacionales "estarían seriamente limitadas".

El ministro de Economía, Martín Guzmán, ha expresado, por su lado, una moderada satisfacción por los resultados de las negociaciones con el FMI que le ha tocado encabezar. "Terminamos en un lugar razonable, se llegó al mejor acuerdo que se podía lograr". En ese sentido ha remarcado que, en adelante, no habrá "políticas de ajuste", aunque no han brindado mayores precisiones. "En el 2018 el Gobierno anterior acordó un préstamo récord de monto en la historia de la institución. Todos sabemos que ese programa resultó un profundo fracaso y deterioro de la política social. El propio FMI reconoció que el programa falló y no logró alcanzar ninguno de los objetivos que se había planteado porque ese dinero se utilizó principalmente para financiar la salida de capitales".

En virtud de la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, vigente desde el año pasado, el acuerdo con el FMI debe ser avalado por el Congreso, donde el Gobierno ha perdido su mayoría. "Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas", ha pedido Fernández a la oposición. Más allá de una aprobación por parte de la legislatura, queda en el aire la pregunta sobre las posibilidades de cumplir con lo pactado. El peronismo sufrió una paliza en las elecciones de medio término de noviembre pasado, entre otras razones por sus políticas de ajuste. El acuerdo con el FMI no parece augurarle un horizonte promisorio en los comicios de 2023.