Preocupación en los 'Tories'

Johnson invoca a 'Peppa Pig' en un discurso avergonzante ante los líderes empresariales

El primer ministro pierde el hilo de su intervención e improvisa hablando de un parque temático infantil ante la sorpresa de la audiencia

En el Partido Conservador y en el equipo del 'premier' crece la inquietud por su pérdida absoluta de dirección y control

Boris Johnson

El primer ministro británico, Boris Johnson, durante su intervención de hoy ante los empresarios. / REUTERS

Begoña Arce

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El estado mental de Boris Johnson preocupa. Ante la Confederación de la Industria Británica (CBI), la gran patronal del país reunida el lunes en sesión anual para escuchar al primer ministro, Johnson perdió el hilo de su discurso durante 20 segundos, empezó a improvisar y a desbarrar. Tuvo que detenerse para reorganizar sus notas entre un silencio tenso de la audiencia a la que pidió repetidamente perdón. Seguidamente entró a elogiar ‘El Mundo de Peppa Pig’, un parque temático familiar en Hampshire cuya visita recomendó a los líderes empresariales presentes. “Que levante la mano quien haya estado en el mundo de Peppa Pig”, pidió a la sala donde su gracia no tuvo eco. Por si fuera poco, Johnson se comparó con Moisés y en un momento dado y para alabar los coches Tesla imitó el ruido de un vehículo al pisar el acelerador.

La actuación del primer ministro fue tan desconcertante, incluso para sus propios estándares, que al término de conferencia un periodista de la cadena de televisión ITV le preguntó si se sentía bien. “Perdió sus notas, perdió su lugar, se salió por la tangente con Peppa Pig. Francamente ¿Todo está OK? ”, le dijo el reportero. Johnson le respondió sin inmutarse que su discurso “ha salido muy bien”. No lo creían así desde luego los que le habían escuchado.

Otros desafíos

“Ha sido caótico. Es un ejemplo de lo poco seriamente que se toma los negocios británicos. Nadie se estaba riendo porque la broma ya no es divertida”, señaló la responsable del Finanzas del Partido Laborista, Rachel Reeves. Un empresario del noreste de Inglaterra, Richard Swart, ejecutivo de la compañía Berger Group condenó el discurso “catastrófico” y por muy debajo del nivel de un primer ministro”. Swart exhortó a los Conservadores en estos tiempos de “Covid, Brexit, falta de mano de obra y otros desafíos a los que nos enfrentamos” a “concentrarse en lo que es mejor para el país y elegir un líder más responsable”.  

La jefa de política de la BBC, Laura Kuenssberg se hacía eco de la inquietud creciente en el Partido Conservador y en el equipo de Johnson por su pérdida absoluta de dirección y control. Kuenssberg citaba “una fuente senior” en los despachos de Downing Street. “Hay una gran preocupación dentro de ese edificio sobre el primer ministro… Sencillamente no funciona. El Gabinete necesita despertase y pedir cambios drásticos, porque si no las cosas van a ir a peor. Si ellos no insisten, él simplemente no va a hacer nada”.