Cinco décadas después

EEUU rescribe la historia del asesinato de Malcolm X

Una investigación de 22 meses de la fiscalía de Manhattan desmonta la versión oficial sobre el asesinato del icónico líder negro

El FBI y la policía de Nueva York retuvieron pruebas cruciales que habrían demostrado la inocencia de Muhammad Aziz y Khalil Islam

Martin Luther King y Malcolm X el 26 de marzo de 1964.

Martin Luther King y Malcolm X el 26 de marzo de 1964. / Archivo

Idoya Noain

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La historia oficial en Estados Unidos sobre el asesinato en 1965 en Nueva York del emblemático líder negro Malcolm X siempre ha estado lastrada por sombras, borrones, dudas e interrogantes. También, por injusticias. Ahora toca reescribirla y aunque preguntas clave sobre quién organizó y ejecutó uno de los más notorios asesinatos en la era de la lucha por los derechos civiles siguen de momento sin repuesta formal, al menos se limpia el nombre de Muhammad Aziz y Khalil Islam, dos hombres negros que fueron condenados y encarcelados por un crimen que no cometieron.

Este jueves, en el Supremo estatal de Nueva York, el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance y los abogados de Aziz e Islam solicitarán que se exonere a los dos hombres, que pasaron cada uno más de 20 años en prisión tras ser condenados por asesinato en primer grado. La moción llega tras una investigación de 22 meses en la que se ha demostrado que la fiscalía, el FBI y el Departamento de Policía de Nueva York retuvieron información y pruebas cruciales que, de haber sido presentadas en el juicio original, casi con toda certeza habrían llevado a una declaración de inocencia de ambos.

Aziz, que salió en libertad condicional en 1985, tiene ahora 83 años. Islam, que pudo abandonar la cárcel en 1987, falleció en 2009 a los 74 años. Y su exoneración llega en un momento en que EEUU está colocado frente al espejo del racismo y la discriminación del sistema penal y cuando la figura y el mensaje de Malcolm X han alcanzado estatura icónica e influencia en muchos activistas por la justicia racial, especialmente los más jóvenes.

El asesinato

Desde que Malcolm X fue acribillado a balazos a los 39 años el 21 de febrero de 1965 delante de su esposa embarazada y tres de sus hijas cuando ofrecía a 400 personas un discurso en el Audubon Ballroom de Washington Heights, en Harlem, la versión oficial de los hechos fue vista con escepticismo. Según esa versión, el asesinato fue un acto de venganza de miembros de la Nación del Islam, en la que Malcolm X pasó 12 años pero que había abandonado en 1964, cuando empezó a alejarse de sus ideas más radicales y formó la Organización de Unidad Afroamericana, a la que intentaba dar impulso en su intervención.

Poco después de que empezara a hablar hubo un par de incidentes iniciados por dos hombres en la sala y aprovechando la confusión otros tres hombres se acercaron al escenario y dispararon a Malcolm X con una escopeta recortada y dos pistolas. Uno de ellos, Mujahid Halim, que entonces se llamaba Talmadge Hayer, fue herido en la pierna por uno de los guardaespaldas de Malcolm X y arrestado. A Aziz e Islam los detuvieron días después.

Halim en el juicio en 1966 confesó su responsabilidad pero también negó que Aziz e Islam, que entonces respondían respectivamente a los nombres Norman 3X Butler y Thomas 15X Johnson, estuvieran involucrados. Diez años más tarde, Halim identificó a los otros cuatro hombres que participaron en el asesinato, todos de la mezquita de Newark, en Nueva Jersey. Aziz e Islam eran miembros de la de Harlem.

A lo largo de los años historiadores, periodistas y estudiosos de Malcolm X fueron señalando a los agujeros negros del relato que rodeaba la muerte de un hombre que estaba en el punto de mira del FBI de Edgar Hoover, que en 1964 había mandado un telegrama a la oficina en Nueva York que decía: “haced algo sobre Malcolm X”. Esos agujeros negros se hicieron especialmente evidentes con la publicación del galardonado libro ‘The Dead are Arising”, de Les y Tamara Payne, y la serie documental de seis capítulos '¿Quién mató a Malcolm X?', donde se expuso todo lo descubierto por la investigación personal de uno de esos estudiosos, Abdur-Rahman Muhammed. Cuando el documental llegó a Netflix el año pasado Vance, el fiscal neoyorquino, anunció que ponía a trabajar a la Unidad de Integridad de Condenas de su departamento para revisar el caso, una investigación con la que han colaborado los abogados de The Innocence Project y David Shanies.

Ocultación

Lo que se ha ratificado es que en numerosos documentos del FBI se apuntaba a otros sospechosos. En algunos, por ejemplo, se describe a un hombre corpulento y de piel oscura y con barba como el que disparó con la recortada, algo que se atribuyó a Islam (delgado, sin barba y de tez más clara). Los dos condenados además tenían coartadas creíbles y ahora los investigadores han entrevistado a un testigo que queda vivo, identificado solo como J.M., que ha ratificado la de Aziz, que siempre ha asegurado que el día de los hechos estaba en su casa.

La fiscalía en su día tampoco informó a la defensa de que había agentes de paisano el día fatídico en el Audubon y no se llamó a testificar a uno que se había infiltrado en el personal de seguridad de Malcolm X. Ese agente, que murió en 2008, vio los hechos y tanto en testimonio en otro juicio diferente como en el libro de los Payne dio detalles que desmentían testimonios que señalaban a Aziz e Islam.

También se ha sabido a través de documentos policiales que un periodista del 'Daily News' recibió una llamada la mañana del tiroteo en la que se le dijo que Malcolm X sería asesinado.

Lo que la investigación no hace es identificar a quienes la fiscalía ahora cree que fueron los auténticos autores del asesinato junto a Halim/Hayer, un grupo donde se está señalado como principal sospechoso William Bradley, un miembro de la Nación del Islam de la mezquita de Newark que murió en 2018 (los otros tres señalados por Halim también han fallecido ya). Tampoco ratifica que tras el asesinato estuviera una conspiración de la policía y el gobierno, una tesis extendida y que este mismo año la familia de Malcolm X pedía que se volviera a investigar aportando nuevos materiales.

“Reconocer la gravedad del error”

En una entrevista con 'The New York Times' en la que ha avanzado la decisión de buscar la exoneración de Aziz e Islam el fiscal Vance se ha disculpado en nombre de las agencias del orden reconociendo que fallaron, con consecuencias irremediables. “Lo que podemos hacer es reconocer el error, la gravedad del error”, ha dicho el fiscal. “Esto señala a la realidad de que las agencias del orden en la historia a menudo no han cumplido sus responsabilidades. Estos hombres no tuvieron la justicia que merecían”.

Mientras, el propio Aziz ha emitido a través de sus abogados un comunicado. “Los hechos que nos han traído hasta aquí nunca deberían haber ocurrido. Esos hechos fueron y son el resultado de un proceso corrupto hasta la médula, uno que es demasiado conocido, incluso en 2021”, ha dicho. “Espero que el mismo sistema que fue responsable de esta perversión de la justicia acepte la responsabilidad por el inconmensurable daño que me ha provocado”.