Fin de una era

Las acusaciones por acoso sexual emborronan el legado de Cuomo en Nueva York

El demócrata dimitió hace dos semanas tras asumir "toda la responsabilidad" de sus actos

Durante los 10 años que ha estado como gobernador, ha impulsado infraestructuras para modernizar el territorio, ha endurecido el control de armas y ha legalizado el matrimonio homosexual

El dimitido gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en una rueda de prensa del pasado mes de mayo.

El dimitido gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en una rueda de prensa del pasado mes de mayo. / MARY ALTAFFER

Sarah Yáñez-Richards

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Uno de los sueños políticos de Andrew Cuomo era ser gobernador de Nueva York durante cuatro mandatos, uno más que su padre, Mario Cuomo. Y algunos en el Partido Demócrata ya lo veían como posible candidato para las presidenciales de 2024 tras su buena gestión de la pandemia en su estado. Ninguna de estas aspiraciones serán posibles, ya que tras una intensa lucha por su inocencia el político de 63 años asumió "toda la responsabilidad" de sus actos tras ser acusado por 11 mujeres de acoso sexual y cesará de sus responsabilidades este martes.

Desde que asumió el cargo en 2011, este graduado en Derecho y nacido en Queens ha podido cambiar la imagen del estado gracias a diversos proyectos de infraestructuras que modernizaron el territorio, así como, dejar huella con la aprobación de distintas legislaciones bajo su mandato, como el endurecimiento de control de armas, la legalización del matrimonio para las personas del mismo sexo, el sueldo mínimo de 15 dólares o la legalización primero del uso médico del cannabis y luego de su uso recreativo.

El primer documento histórico en el que Cuomo estampó su firma fue la ley del matrimonio homosexual en 2011, convirtiendo así a su estado en el sexto de EEUU en aprobar esta medida. "Nueva York ha derribado por fin la barrera que impedía a las parejas del mismo sexo ejercer la libertad de casarse y recibir las protecciones fundamentales que tantas parejas y familias disfrutan por defecto", dijo entonces el gobernador, que fue un gran impulsor de la ley.

Último hito

Su último hito fue el pasado mes de marzo, ya en pleno asedio por las diversas denuncias de acoso sexual, cuando dio la luz verde al consumo de la marihuana con fines recreativos, con la idea de generar 350 millones de dólares en impuestos anuales sobre la venta de la cannabis y crear entre 30.000 y 60.000 puestos de trabajo. "Hoy se corrigen los errores del pasado al poner fin a las duras penas de prisión (por tenencia y consumo) y se abraza una industria que hará crecer la economía del Empire State", aseguró entonces el político.

Entre sus diversos logros en infraestructuras está la reconstrucción del puente Tappan Zee Bridge, al norte de la Gran Manzana, plataforma a la que bautizó como Gobernador Mario M. Cuomo, en honor a su padre, aunque la mayoría de la gente lo conoce como el puente Cuomo. Pero este legado podría desaparecer pronto, ya que el Senado de Nueva York estudiará si no es mejor que, tras el escándalo que ahora está ligado a este apellido, la pasarela de casi cinco kilómetros recupere su antiguo nombre: Tappan Zee.

Muchos estadounidenses, no solo neoyorquinos, le recordarán por la confianza y seguridad que transmitió durante las conferencias diarias que dio al inicio de la pandemia del coronavirus. Intervenciones por la que Cuomo recibió un Emmy. No obstante, el manejo de la pandemia también tiene una gran mancha en su expediente, pues su administración falsificó el número de muertes por covid-19 en las residencias de ancianos del estado, se declararon 8.500 y hubo casi el doble. El demócrata justificó este engaño por temor a una posible investigación de Donald Trump motivada por razones políticas. Además, también se le acusó de usar personal del Gobierno para ayudarle a escribir su libro de liderazgo sobre su gestión durante la pandemia del coronavirus, 'American Crisis: Leadership Lessons from the COVID-19 Pandemic', que negoció por un contrato de 4 millones de dólares.

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