Crisis sanitaria global

Italia se despereza tras el largo cierre por el covid

Este miércoles el toque de queda se retrasa una hora, hasta las 11 de la noche, una medida que ayudará a los restaurantes a facturar un 10% más

Los hoteleros lamentan la ausencia de turistas y estiman las pérdidas en unos 223 millones de euros

Una pareja camina por el aeropuerto de Roma Fiumicino.

Una pareja camina por el aeropuerto de Roma Fiumicino. / REMO CASILLI

Rossend Domènech

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"Italia se ha despertado", reza un verso del himno nacional italiano que a voz en grito cantaba al filo de las 11 de la noche un hombre más cuerdo que borracho frente a las columnas corintias del Panteón romano. El martes no habría podido, porque sólo este miércoles el toque de queda se ha retrasado de una hora y los tan solo 60 minutos constituyen una metáfora sobre un país que, después de nueve meses y de casi 125.000 muertos, ha decidido de reabrir por pasos, hasta julio.

"¿Cómo será la nueva vida?", se pregunta el 'Corriere della Sera'. Otros diarios dedican páginas a viñetas de sabor infantil para ilustrar cómo comportarse con los abuelos, amigos, vecinos, en coche, en un despacho público. Como si salieran de un refugio después de meses de tormentas, terremotos o bombardeos, todos se intercambian un "por fin" y miran a su alrededor buscando el barrio, pueblo y país que recordaban porque, a pesar de su fama de indisciplinados, los italianos son los europeos que han estado más tiempo cerrados. 'Guía para superar el ansia del recreo para todos', ofrecen en los kioskos.

Dentro de una semana bares y restaurantes abrirán hasta las 11, en junio los gimnasios al aire libre; los cerrados y los balnearios en julio. Los estadios abren en junio con 1.000personas al aire libre, 500 si son cerrados. Después de un año, los centros comerciales se preparan para abrir sin interrupción a partir del próximo fin de semana y así todas las actividades, incluidas las bodas, que podrán volver a celebrarse en público con test PCR o antígenos previos. Y los teatros, cines, actividades culturales y parques.

Terrazas exentas de impuestos

Las calles de la península se han poblado de terrazas, exentas de impuestos, donde comen casi exclusivamente italianos. "Cerrar a las 11 equivale a un doble turno y a un 10% más de ingresos", dicen todos. "Una vuelta a la calle sin turistas", explican en la federación hotelera (Federalberghi), que estima las pérdidas en 223 millones de euros. El Ayuntamiento de Venecia prevé que un 50% de visitas sean nacionales. El ente para el turismo de Florencia da el año "por perdido". Liguria (Génova) está que peta de reservas, como los hoteles de Palermo.

El verano no será igual para todos. El centro de análisis Prometeia evalúa en 4.300 euros las pérdidas de cada familia del país y los restaurantes repletos en Roma son solo los caros. O las tabernas muy baratas. Trabajo y sindicatos estiman que entre julio y octubre serán despedidos un millón de empleados, a los que hasta ahora el Gobierno había garantizado el puesto. "El viaje será largo", cantan los roqueros italianos.