Crisis política

Draghi acepta el encargo de formar un Gobierno de emergencia en Italia

El expresidente del BCE abrirá ahora una ronda de consultas con los partidos para tantear sus opciones

El M5S rechaza al "apóstol de las élites", pero no se descarta que algunos de sus diputados le acaben apoyando

El expresidente del BCE Mario Draghi, a su llegada, este miércoles, al palacio del Quirinale.

El expresidente del BCE Mario Draghi, a su llegada, este miércoles, al palacio del Quirinale. / ETTORE FERRARI / POOL

Irene Savio

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El presidente italiano, Sergio Mattarella, despachó con Mario Draghi durante una hora y 20 minutos. Un tiempo más largo de lo esperado y que transmitió la gravedad del momento, la encrucijada en la que se halla Italia. Con esta base como punto de partida, Draghi aceptó este miércoles el encargo de formar Gobierno "con reservas", una fórmula que, a pesar de que sea protocolaria, en esta ocasión no excluye que pueda haber alguna sorpresa.

"Respondo positivamente al llamamiento del presidente de la República. Con gran respeto me dirigiré al Parlamento", afirmó Draghi tras el anuncio. "Es un momento difícil", continuó el banquero que salvó el euro. El verdadero ganador de la jornada, no obstante, fue Matteo Renzi, el líder de Italia Viva y artífice de la crisis política, pues ha sido él quien ha promovido a Draghi como relevo de Giuseppe Conte.

El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exvicepresidente de Goldman Sachs, destacó que en estos momentos son necesarias la "unidad y la capacidad de dar una respuesta responsable y positiva". "Hay que derrotar la pandemia, completar la campaña de vacunación, dar respuesta a los problemas cotidianos de los ciudadanos. Tenemos a disposición los recursos extraordinarios de la UE", añadió.

Su intervención pareció gustar mucho a los mercados, que relajaron la prima de riesgo del país hasta sus mínimos desde 2016, en torno a los 100 puntos. Y esto a pesar de que, sobre el papel, la situación parece aún un pedaleo cuesta arriba ante el riesgo de que el Movimiento 5 Estrellas (M5S), una de las fuerzas mayoritarias en el Parlamento -y, por tanto, clave para conseguir una mayoría estable-, se divida y estalle.

"El apóstol de las élites"

Un primer 'no' a apoyar a Draghi llegó del cómico Beppe Grillo, fundador y gurú político del partido. Draghi es "el apóstol de las élites", dijo, en la misma línea, Alessandro Di Battista, líder del ala antisistema del M5S. No obstante, no se descarta que algunos diputados se desmarquen de la línea oficial y den su apoyo al banquero.

La sorpresa llegó de la mano del ultra Matteo Salvini, el líder de la Liga, quien no cerró la puerta a un posible acuerdo. Destacó que Draghi es una figura "de nivel" y se comprometió a "intentar entender” qué pretende. Y aún más aperturista fue el mensaje procedente de las filas de Forza Italia, cuyo líder Silvio Berlusconi fue unos de los grandes apoyos de Draghi para el puesto de jefe del BCE.

El otro partido de extrema derecha del arco político italiano, los Hermanos de Italia, se mostró, en cambio, en contra de dar luz verde al candidato escogido por Mattarella. "Seré clara. No hay posibilidad alguna de una participación o un apoyo de Hermanos de Italia a un Gobierno de Draghi", manifestó Giorgia Meloni, lideresa de la formación.

Partidos bajo tutela

La mayoría de analistas políticos del país coincidieron en que la irrupción de Draghi ha sido festejada como la señal que demuestra que el Estado italiano posee anticuerpos muy sólidos, aunque ha dejado en evidencia el enésimo golpe que sufren los ya frágiles partidos italianos, que ahora pasan a estar bajo una especie de tutela. "Todo esto se debe a que hoy las fuerzas políticas italianas son menos compactas que nunca. ¡Solo cabe recordar que en el grupo mixto en el Congreso hay 50 diputados!", recordó la politóloga Daniela Giannetti.

Ante este escenario, la desorientación de la ciudadanía se reflejaba incluso en las tendencias de Google. Poco después de que el banquero recibiese el encargo de Mattarella, una de las preguntas más buscadas era: "¿Es Draghi de derechas o de izquierdas?". "Esta es la respuesta: es un católico liberal-socialista, una definición que tal vez contiene muchas cosas y es algo vaga. Pero lo cierto es que se sabe poco o nada de los eventuales programas de su gobierno", decidió responder el diario 'La Repubblica'.

"Este hartazgo no es difícil de entender. En la cima de las preocupaciones de los italianos hay otros temas, por ejemplo, las vacunas y qué pasará cuando en marzo llegue a su fin el veto a los despidos", explicó la profesora Giannetti.

Crisis sin fecha

No hay indicaciones claras de cuándo podría cerrarse la crisis política, ya que Draghi evitó poner fechas. En todo caso, si nada se tuerce, después de reunirse con los partidos, el paso siguiente sería presentar su lista de ministros a Mattarella y, después de eso, pedir la confianza en ambas cámaras del Parlamento, algo que difícilmente ocurrirá esta semana.

No hay precedentes que indiquen que el futuro a largo plazo será tranquilo. Basta recordar que, acabado el último Gobierno técnico que tuvo el país, el de Mario Monti (2011-2013), el M5S dio el salto a la política nacional, desestructurando todos los anteriores equilibrios partidistas. Una situación que, en el cambiante escenario político italiano, ya parece hoy una historia lejana.