Asalto a la democracia estadounidense

Expertos en seguridad constatan fallos "catastróficos" en la custodia del Capitolio

Funcionarios policiales denuncian la relajación para activar refuerzos para sofocar el asalto

Los seguidores de Trump tratan de acceder al Capitolio.

Los seguidores de Trump tratan de acceder al Capitolio. / EFE

Reuters

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El violento asalto al Capitolio se produjo después de que la fuerza policial que protege el complejo legislativo se viera desbordada por los partidarios de Trump, un hecho que los expertos en seguridad han definido como "fallo catastrófico" por parte de los agentes policiales que custodian el emblemático edificio. El asedio ha puesto en evidencia uno de los errores de seguridad más graves en la historia reciente de Estados Unidos.

Un error mayor, sostienen, si se tiene en cuenta la previas advertencias de posibles disturbios. Fuentes policiales han asegurado, sin embargo, que la poca presencia de agentes frente al Capitolio fue parte de una estrategia con la que se pretendió evitar crear más tensión en la concentración.

Cuerpos de seguridad inactivos

La seguridad fue gestionada casi en su totalidad por la Policía del Capitolio, una fuerza de 2.000 miembros cuya misión es proteger el medio kilómetro cuadrado del complejo que alberga las dos cámaras del Congreso. Por razones que aún no se han aclarado, ningún otro cuerpo de seguridad del Gobierno federal acudió en ayuda para frenar el asedio. El Capitolio está a pocos pasos de donde, en un discurso pronunciado justo antes de iniciarse los disturbios, Trump criticó las elecciones, que volvió a calificar de fraudulentas, y la votación en el Congreso, que tildó de "asalto atroz a nuestra democracia". Trump instó entonces a sus partidarios a "caminar hasta el Capitolio" para "salvar a América".

El recuento de los votos electorales por el Congreso, normalmente una formalidad, fue precedido por semanas de amenazas en las redes sociales por parte de los partidarios de Trump. Y los refuerzos de la Guardia Nacional, convocados por la alcaldesa de la ciudad, no se movilizaron hasta más de una hora después de que los manifestantes irrumpieran en el edificio.

Sin embargo, todas estas fuerzas sí que se desplegaron el pasado verano durante la manifestación en Washington, y otras ciudades, para protestar contra la brutalidad policial tras la muerte de George Floyd.

Muchas puertas y ventanas

Los agentes están entrenados para mantener a los manifestantes lejos de las escaleras exteriores el Capitolio. Pero hay tantas ventanas y puertas en el complejo que es difícil defender todas, dijo Terrance Gainer, exjefe de policía del Capitolio. "Una vez que perdieron las escaleras, perdieron las puertas y ventanas", dijo Gainer.

En el interior del Capitolio, los asaltantes deambularon libremente por los pasillos, rebuscaron en las oficinas de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, e incluso se sentaron en los escaños del Senado. "Creo que la policía hizo un buen trabajo dadas las circunstancias, pero claramente no hubo suficiente planificación", dijo el congresista demócrata Vicente González.