crisis política en Brasil

Piden juicio político contra Bolsonaro por dimisión del ministro de Justicia

Sergio Moro, durante la rueda de prensa en la que anunció la dimisión como ministro de Justicia.

Sergio Moro, durante la rueda de prensa en la que anunció la dimisión como ministro de Justicia. / periodico

Abel Gilbert

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En medio de un agravamiento de la crisis sanitaria, con nuevos picos de muertes por coronavirus, Brasil entra en una etapa más peligrosa de su deriva política. Sergio Moro, el juez que en su momento condenó a prisión a Luiz Inacio Lula da Silva y que, como premio, obtuvo de Jair Bolsonaro el Ministerio de Justicia y Seguridad, ha abandonado el Gobierno de ultraderecha. La dimisión obedece a su rechazo a los cambios en la cúpula de la Policía Federal (PF) promovidos por el presidente. Al dar el portazo, Moro dijo que Bolsonaro atentaba contra la "autonomía" de la PF, un límite, dijo, que ni siquiera el demonizado Partido de los Trabajadores (PT) se atrevió a cruzar. El ministro renunciante dejó entrever que la decisión del capitán retirado de cambiar el mando policial estaría relacionada con una necesidad de blindar a sus hijos. De inmediato arreciaron los pedidos de juicio político contra el mandatario desde distintos sectores de la oposición.

La incomodidad de Bolsonaro con el trabajo de la PF había aumentado debido a las investigaciones sobre una equipo de propagación de 'fake news' en las redes que atacan a opositores políticos  y convocan a las manifestaciones en favor del cierre del Congreso y la intervención castrense.  Detrás de ellas estaría el concejal Carlos Bolsonaro. "El propio presidente me dijo que quería una persona propia para poder llamar y obtener información, informes de inteligencia. Este tipo de conducta es inaceptable", dijo Moro. Aseguró también que el mandatario le había expresado su "preocupación por las investigaciones que estaban en curso en el Tribunal Federal Supremo" y que apuntan en la misma dirección.

Bolsonaro intentó dar su versión de los hechos y desmentir a Moro. Aseguró que su ex colaborador estrella le había pedido un cargo en el Tribunal Supremo a cambio de remover la cúpula policial. "Si puedo cambiar al ministro, ¿por qué no puedo, de acuerdo con la ley, cambiar al director del Policía Federal? No tengo que pedirle permiso a nadie", añadió además el presidente, de mal modo. Horas más tarde, Moro contratacó en el telediario más visto de Brasil. Frente a las cámaras de TV Globo presentó un intercambio de mensajes en los que capitán retirado le pide una limpieza en el mando en la PF proque la fuerza de seguridad seguía huellas que llevaban a su círculo más estrecho. 

Corta convivencia

Moro también había expresado semanas atrás su desacuerdo con la estrategia de Bolsonaro frente al Covid-19 que ha matado a cerca de 4.000 personas y provocado 52.000 contagios, según estimaciones oficiales que las investigaciones de tres universidades multiplican por 10. De acuerdo con Bernardo Mello Franco, columnista de 'O Globo', Moro usó su toga de juez para ayudar a Bolsonaro a llegar al poder. "Al principio, el acuerdo fue de beneficio mutuo para ambos". Al nombrar al juez de la explosiva causa 'Lava-Jato', Bolsonaro pudo vender "la imagen de que lucharía contra la corrupción". Pero "la convivencia pacífica fue de corta duración".

El exministro estuvo el año pasado en el centro de otra tormenta política cuando el sitio Intercept Brasil dio a conocer los mensajes de texto que intercambiaba en sus tiempos de juez con el fiscal de la llamada causa 'Lava Jato', Deltan Dallagnol, en el marco de la trama que buscó derribar la figura de Lula y llevarlo después a la cárcel para sacarlo de una carrera electoral que benefició a Bolsonaro. Las comunicaciones de esa naturaleza entre la parte acusadora y el magistrado no son permitidas por la Constitución y el Código Penal.

Bolsonaro ha cavado su pozo

La salida de Moro del Gobierno es a estas alturas más que un escándalo. "En condiciones normales, los cargos que el ex ministro de Justicia lanzó contra el presidente requerirían la apertura de un proceso de juicio político", dijo el analista Helio Schwartsman."Es inevitable que las autoridades competentes abran investigaciones para investigar delitos comunes y responsables atribuidos a Jair Bolsonaro", solició el diario paulista Folha en su editorial. "Este Congreso Nacional que tuvo la osadía de destituir a una presidente (Dilma Rousseff en 2016) por una mentira, no debería tener miedo de colocar el impeachment de Bolsonaro encima de la mesa. Y en la discusión que él se defienda", señaló por su parte Lula. 

"Es hora de hablar. Bolsonaro está cavando su pozo negro. Que renuncie y el vicepresidente (Hamilton Mourão) se haga cargo para volver a enfocarse en la salud y el empleo. Menos inestabilidad y más acción para Brasil", dijo el ex mandatario Fernando Henrique Cardoso.  Mourão, un ex general de sutiles disidencias con Bolsonaro "lamentó" lo ocurrido con Moro, "Es un tipo muy bueno y excepcional, creo que estaba haciendo un buen trabajo, pero una relación es una relación, ¿no?", señaló sobre los vínculos del ex ministro con el jefe de Estado.