ULTRADERECHA EN BRASIL

Bolsonaro pone al frente de cultura a la reina de los culebrones

El nombramiento de Regina Duarte divide al mundo cultural

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Abel Gilbert

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Regina Duarte, la reina de los culebrones de la televisión brasileña, aceptó la petición del presidente Jair Bolsonaro de ser la nueva titular de la Secretaría de Cultura de un país donde los actos de censura e intolerancia hacia las artes se han intensificado desde que la ultraderecha llegó al poder a principios de 2019.

Duarte ha sido un estandarte de la muy influyente TV Globo. Sus papeles en 'Mi dulce novia', 'Malu Mulher' y 'Roque Santeiro' la convirtieron en una celebridad que incluso traspasó las fronteras de ese país de dimensiones continentales. Regina, como se la suele llamar, sustituye en ese cargo a Roberto Alvim, quien tuvo que dimitir después de emular al ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, en un vídeo institucional.

Hija de un militar y de una ama de casa, Duarte se define ahora como "cristiana y católica". En 1975, en plena dictadura militar (1964-1985), viajó con una comitiva de actores a la capital, Brasilia, para entregar una carta al entonces presidente de facto Ernesto Geisel, en la que protestaban contra la censura impuesta por los militares.

Giro conservador

Con los años emprendió un giro conservador. Su apoyo a la derecha se hizo explícito desde comienzos del siglo. Fue una de las primeras celebridades televisivas que respaldó la candidatura a presidente del capitán retirado. "Estoy en cuerpo y alma con este Gobierno", dijo cuando Bolsonaro llegó al poder. La llegada de Duarte a la gestión cultural fue consecuencia del vacío dejado con la escandalosa salida del cargo de Alvim. El presidente se lo pidió como un favor personal. "Después de todo, acepté por compromiso¿Tenía otra salida?", dijo en las redes sociales.

La empresaria y productora cultural Paula Lavigne, esposa de Caetano Veloso, señaló que Duarte "puede ayudar" a frenar "la situación de desmorone total" de la cultura. "Ella es de derechas, pero no es nazi. Reducción de los daños", dijo. Días atrás, Caetano había alertado de que "el fascismo" estaba asomando en Brasil. La ultraderecha, advirtió también el autor de Sampa, no solo había "emprendido una guerra contra las artes" sino "contra la Amazonía y los derechos humanos en general".

Gilberto Gil, fundador con Veloso del Tropicalismo a fines de los años sesenta y exministro de la cartera durante la gestión Lula, expresó su deseo de que la actriz pueda ver la cultura de la misma forma que las personas ven "su bella figura".  El cineasta José Padilha, director de  Tropa de elite , uno de los filmes más vistos en Brasil años atrás, expresó su pesimismo por el nombramiento en la secretaría de Cultura. “Ya sabemos quién es Bolsonaro. Entonces no es sorpresa. Y no voy a comentar sobre Regina Duarte, porque ella también sabe quién es Bolsonaro ", dijo.

De acuerdo con el diario paulista Folha, Duarte asume "una nave de personajes excéntricos imbuidos de la idea de una guerra santa en el campo de la cultura". Recordó al respecto que en poco más de un año del Gobierno de Bolsonaro, la secretaría perdió empleados técnicos, como José Paulo Soares Martins, exonerado hace diez días, y "ganó cuadros que predican valores religiosos y la lucha contra el marxismo cultural".

Abstinencia sexual

Pocas horas antes de la designación de la actriz, la escena cultural brasileña se sobresaltaba con nuevas y polémicas declaraciones de Damares Alves, la pastora evangelista que dirige el Ministerio de Mujer, Familia y Derechos Humanos. Alves proyecra para promover la abstinencia sexual entre los 10 y 18 años con el supuesto objetivo de frenar los embarazos adolescentes. "Creen que yo quiero imponer una conducta moral o religiosa... nada más lejos de eso, estoy hablando de una cuestión de salud pública, de biología", dijo, y añadió: "Una niña de 12 años no está lista para ser poseída. Si me demuestras, científicamente, que el canal de la vagina de una niña de 12 años está listo para ser poseído por un hombre todos los días, dejaré de hablar ahora".

La ministra, quien ha relatado en un libro su encuentro con la virgen al pie de un árbol, es ferviente defensora de que los niños deben vestir de azul y las niñas de rosa. "Los pediatras entienden que la neutralidad de género es una agresión a los niños, porque los niños son diferentes de las niñas", abundó.