Vuelve la normalidad

Acuerdo en Ecuador que pone fin a 12 días de protestas

moreno

moreno / periodico

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno y el movimiento indígena ecuatorianos llegaron finalmente a un acuerdo para derogar el decreto 883, que eliminó el subsidio a los combustibles y provocó 12 días días de protestas que dejaron al menos cinco muertos, numerosos heridos y casi un millar de detenidos. El origen del conflicto fue tan alto que el presidente, Lenín Moreno, decretó un estado de excepción y el toque de queda en Quito.

Las negociaciones que propiciaron la ONU y la Iglesia llegaron a buen puerto cuando pocos confiaban en ese desenlace. En la noche del domingo se sentaron alrededor de una misma mesa Moreno, su equipo y representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie). Después de horas de conversaciones, el mandatario aceptó dejar sin efecto la medida que había encendido la mecha al habilitar alzas del precio de los combustibles de hasta el 100%. La moneda de cambio aceptada por la Conaie es que las autoridades elaborarán nuevas disposiciones con el objetivo de proteger de los efectos del ajuste a los sectores sociales más desfavorecidos. Pero queda una discrepancia latente: el proyecto de reforma laboral pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que habilita la reducción de salarios y vacaciones en los empleados públicos.

"Se terminan las movilizaciones y medidas de hecho en todo Ecuador", informó Arnauld Peral, de la representación de Naciones Unidas y de inmediato se rompió el rígido silencio del toque de queda en la capital. Miles de personas salieron a las calles a festejar el entendimiento. "¡El pueblo unido, jamás será vencido!", gritaron las comunidades originarias al compás de tambores.

Mitigar la derrota

Para la Conaie se ha tratado de una "victoria de la lucha popular" pero advirtió de que "esto no termina hasta que el acuerdo se concrete". Hasta el momento, reconoció, la mesa técnica funciona de "manera eficaz".  El movimiento indígena se comprometió a contribuir en la limpieza de las calles del país que fueron escenarios de enfrentamientos y barricadas.

"El anhelo de paz es más fuerte que nuestras diferencias", dijo Moreno. El presidente también se sintió ganador porque en las horas más álgidas del conflicto debió abandonar Quito y mudarse a la ciudad costera de Guayaquil, a 500 kilómetros. "Una solución para el país", dijo. Y sostuvo que se ha frenado "el golpe correísta y la impunidad". Su exalbacea, el exmandatario Rafael Correa, también tuvo cosas que decir. "En  típicas tácticas de las dictaduras, después de neutralizar a los indígenasneutralizar, el Gobierno ha arremetido con todo contra los correístas, y van a inventarse falsos positivos para tratar de mitigar su derrota. Por supuesto, la prensa aplaudirá tanto abuso y canallada".