CRISIS POLÍTICA

Macedonia ya es oficialmente Macedonia del Norte

Tsipras, durante su encedida alocución en el Parlamento.

Tsipras, durante su encedida alocución en el Parlamento. / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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Han hecho falta 28 años de nombre provisional, dos de negociaciones y medio de aguantar embestidas constantes de la oposición para que, al final, acabe pasando lo que ha pasado este viernes: la Antigua República Yugoslava de Macedonia —nombre oficial del país balcánico hasta ayer— ya no existe. Ahora se llama, oficialmente, República de Macedonia del Norte.

El proceso ha sido largo y tortuoso: primero fue el año largo de negociaciones entre los gobiernos de Skopje y Atenas; con casi cero apoyos por parte de sus respectivos partidos de oposición. Después, un referéndum fallido en Macedonia. La ratificación en el parlamento de ese país. Y, este viernes, al fin, después de ser aplazado un día, la ratificación correspondiente del parlamento griego: el paso final. Ya existe en los mapas: Macedonia del Norte.

Las dudas han durado hasta el último minuto. El antiguo socio de coalición de Tsipras, Panos Kammenos —líder de la formación nacionalista ANEL—, ha intentado boicotear la votación final: ha pedido a los contrarios al pacto que dimitiesen de sus puestos en el parlamento. Sin el quórum suficiente, la ratificación hubiese sido imposible.

Pero no lo ha conseguido: los ‘síes’ al nuevo nombre de Macedonia han sumado 153 votos de los 300 que tiene la Cámara Baja griega (145 de Syriza, tres de To Potami, partido liberal de centro-izquierda, dos ‘ex’ de ANEL, el antiguo socio de gobierno de Tsipras, y tres diputados independientes).

Las calles, si embargo, les claman en contra: fuera del parlamento, grupos nacionalistas habían convocado una manifestación en contra de la votación y de Tsipras; la tercera en menos de una semana. El centro de Atenas, por miedo a disturbios, ha sido completamente bloqueado por la policía; el metro, cerrado.

Ha habido altercados y, de hecho, graves: esta pasada madrugada, en dos pueblos griegos, varios grupos de protestantes han intentado irrumpir en casa de dos diputados de Syriza, el partido de Tsipras. La policía ha detenido a una decena de personas.

En contra de lo firmado

En contra de lo firmadoEntre el 60% y el 70% de los griegos, según todas las encuestas, están en contra de lo que ya es una realidad: que Macedonia del Norte se llama Macedonia del Norte. Los ánimos, en el país balcánico, están tan caldeados que este asunto está haciendo peligrar de verdad el gobierno de Tsipras.

Lo que no consiguieron los rescates de la troika ni los incendios mortíferos de este verano —100 personas murieron por el fuego— lo han conseguido las inseguridades y complejos del nacionalismo griegoromper la coalición anterior entre Syriza y ANEL.

«La gente que se opone al pacto son los de las generaciones antiguas, y es por la educación encasquillada que tuvimos en Grecia, en la época de la dictadura de los coroneles y demás. La gente que se opone al acuerdo tiene una mentalidad del pasado y Nueva Democracia (ND) [el principal partido de la oposición] lo ha aprovechado con fines partidistas. Han creado un clima de toxicidad y polarización enorme. Han sido muy irresponsables. ND promueve un tipo de nacionalismo trasnochado que es profundamente antieuropeo», dice el analista griego Georgios Jristidis.

Vetos y malos augurios

Vetos y malos auguriosY, la verdad, les ha salido muy rentable: acorde a todos los sondeos, ND ganará las siguientes elecciones en Grecia, programadas para octubre. Y lo hará a lo grande: doblan a Syriza, en muchas encuestas, en intención de voto.

Ahí llega la incertidumbre, porque ND, desde el inicio, se ha mostrado absolutamente contraria al cambio de nombre de Macedonia, que debería servir para que la nueva Macedonia del Norte pueda tener acceso a la Unión Europea y la OTAN.

O no: «Si los griegos me escogen primer ministro —ha dicho en el parlamento Kyriakos Mitsotakis, líder de ND—, rechazaré categóricamente interpretar el acuerdo en este sentido. En palabras sencillas: Grecia, si yo soy primer ministro, podrá vetar en cualquier momento el acceso de Macedonia a la familia europea». Pero lo hecho, hecho está: Macedonia ya se llama, al fin, a partir de hoy, Macedonia del Norte.