Crisis financiera argentina

Cede el dólar a la espera de un nuevo acuerdo con el FMI

Vista general de la manifestación de Buenos Aires

Vista general de la manifestación de Buenos Aires / periodico

Abel Gilbert

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Al jueves negro  le ha seguido un viernes gris en Argentina . Para muchos puede ser apenas la calma que precede a la tormenta. El precio del dólar pasó de los 41 pesos a 38 porque el Banco Central intervino con fuerza. La principal autoridad monetaria vendió unos 250 millones de dólares para que a cotización baje. Pero la verdadera razón de estas horas de menos nervios tiene que ver con el viaje urgente que realizó a Washington el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para entrevistarse con Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el propósito de revisar el acuerdo suscrito meses atrás y ya convertido en papel mojado por la aceleración de la crisis. El Gobierno de derechas le pidió al FMI que anticipe los desembolsos pendientes del crédito 50.000 millones de dólares. “Argentina cuenta con el pleno respaldo y confiamos en que el fuerte compromiso y la determinación de las autoridades argentinas ayudarán al país a superar las dificultades actuales”, dijo el FMI antes de la reunión. De esta manera, Argentina vuelve a poner a una Cristina en el centro de sus horizonte político: mientras la justicia trata de probar la complicidad de Cristina Fernández de Kirchner en una red de corrupción relacionada con la obra pública, Lagarde se convierte en el frente externo en una figura decisiva para los intereses del presidente Mauricio Macri.

Mientras no se emitan señales desde Washington, el dólar no dará saltos bruscos. La suba de la tasa de interés de referencia hasta el 60% dispuesta por el Banco Central contribuirá a esa falsa tranquilidad. El impacto en la economía real es devastador: los créditos se vuelven imposibles y profundizan las dificultades de las pequeñas y medianas empresas.

La suba del dólar no tiene otra razón que las dudas de los mercados sobre la capacidad de Argentina de enfrentar sus compromisos con los acreedores. El Gobierno contrajo deuda por casi 100.000 millones de dólares en dos años con la cual en los hechos se financió la fuga de capitales, el turismo de la clase media y alta y el déficit fiscal. Pero ya no hay prestamista posible y sólo por vencimientos de capital e intereses de la deuda en moneda extranjera Argentina debe pagar entre septiembre y diciembre de 2018 un total de 23.259 millones de dólares, a los cuales, advierten los especialistas, debe sumarse la fuga de capitales (de unos 1600 millones de dólares mensuales) y los resultados de la balanza comercial altamente deficitaria hace 19 meses. La situación es incluso más adversa de cara a 2019. Para ese año se requerirán unos 50.000 millones de dólares

PEDIDO DE CAMBIOS

En su editorial de este viernes, el diario Ámbito Financiero pidió al presidente Mauricio Macri que realice cambios drásticos. “Debe realizar un movimiento político fuerte dentro de su Gabinete, si quiere que los mercados y la sociedad vuelvan a creer en que lo que viene es mejor que lo que se está viviendo”. El diario Clarín hizo una recomendación similar: “el Gobierno necesita cambios. Y los necesita urgente. Su principal capital que era la confianza en el manejo de la economía se ha perdido hace un tiempo y no ha encontrado aún la forma de recrearla. Se aferra a una ortodoxia económica que ni el EE.UU. de Donald Trump aplica”.

Para Alfredo Zaiat, columnista de Página 12, los reclamos de modificaciones en el equipo gubernamental, en especial la renuncia del jefe de Gabinete, Marcos Peña, “son irrelevantes” en medio de lo que sucede. “Aquellos que piensan que realizar un trueque de figuritas modificará la tendencia del derrumbe no entienden la dinámica propia de los mercados ni el origen de la crisis de la economía macrista. Para quienes están ansiosos por el final de este Gobierno, deberían tener un poco más de paciencia porque cada vez queda menos dudas en la sociedad acerca de quiénes son responsables del naufragio, pero todavía no sucedió el desenlace final con sus dramáticas consecuencias”.

ESCENARIO DE CONFLICTOS

En este contexto la central obrera anunció una huelga general para fines de setiembre. La calle ya palpita el conflicto social. Miles de estudiantes universitarios, profesores y empleados de las altas casa de estudio colmaron las adyacencias de la sede presidencial para exigirle al Gobierno que mejore el presupuesto educativo. Esa petición parece irrealizable. El FMI le pedirá a Dujovne un ajuste aún más drástico en el sector público.