LA CRISIS ETERNA DE ROMA

El Gobierno italiano se resquebraja por el agujero presupuestario

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zentauroepp44126050 epa3300 suvignano italia 03 07 2018 el ministro de int180707163719 / EFE / FABIO DI PIETRO

Rossend Domènech

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El extraño matrimonio de conveniencia entre la ultraderechista Liga y los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5S) está sufriendo sus primeros seísmos conyugales. Los analistas más apocalípticos están convencidos de que ya se está en el principio del fin de un gobierno de coalición que muchos en Roma tildaron de contra natura. El origen de los males no radica tanto en las claras divergencias ideológicas sino en los graves problemas presupuestarios que afrontan después de prometer un gasto público en su programa de gobierno de más de 108.000 millones de euros. 

Matteo Salvini, el líder de la Liga, aparece caracterizado como Hitler en los murales de Milán; como mendigo en los memes de las redes sociales; como 'sheriff' en la portada de un semanario, o como hombre que sonríe frente a los más de 500 emigrantes muertos desde que decidió cerrar los puertos italianos a los barcos de las oenegés que rescatan seres humanos en el Mediterráneo. Sin duda, el ministro del Interior italiano se ha convertido en el centro de la polémica, no solo en su país sino también fuera de sus fronteras.

Pero Salvini no es el punto más débil del Gobierno populista de Roma sino las promesas que ha hecho el Gobierno y que no podrá cumplir por falta de dinero y que, al final, es lo que puede hacer fracasar el proyecto.  Todos los economistas cifran el coste del programa de los populistas en entre 108.000 y 125.000 millones de euros. El autodenominado "gobierno del cambio” busca este dinero como agua de mayo. En el 2019, habrá elecciones y aunque sean europeas, el “cambio” tiene que producir resultados, lo que sin duda va a ser muy difícil, con una deuda del 131,6% sobre el PIB y una previsión de crecimiento del 1,3%. Aun así, la Liga y el M5S no se amedrentan.

Renta a la ciudadanía

El primer ministro, Giuseppe Conte, el hombre de consenso de los dos partidos, se reunió cara a cara con la cancillera alemana, Angela Merkel, con la propuesta de utilizar los fondos europeos (unos 20.000 millones de euros) para invertirlos tanto en el programa económico como en la "renta a la ciudadanía", uno de los planes estrella de los indignados, una mezcla de subsidio de paro y aumento de las pensiones mínimas, que consiste en pagar 780 euros mensuales a los más pobres y a los desempleados. Costo total: unos 60.000 millones de euros. Un promesa que se pondrá en marcha como muy pronto en el 2019, más tarde de lo prometido.

"Nein", fue la respuesta de la cancillera. "Los fondos no se pueden usar para sustituir el gasto nacional", advirtió a su vez Marianne Thyssen, eurocomisaria para el Estado del bienestar, a Luigi Di Maio, vicepresidente del Gobierno y ministro de Desarrollo Económico, Trabajo y Políticas Sociales y líder del M5S. “Recortaremos los 20.000 millones que anualmente Italia aporta a la UE”, amenazó entonces Di Maio a una Europa que, de hecho, ya ha levantado un cordón sanitario en torno a Italia.

El Gobierno escarba en su propio jardín en busca de fondos, pero sus intereses y sus bases electorales respectivas les hace barrer para casa. Mientras la Liga propone medidas que benefician a los ricos, con rebajas o amnistías fiscales - "ahorrando más, los ricos invertirán también más y se crearán puestos de trabajo”, sostiene Salvini- el M5S apuesta por políticas sociales, como el  “decreto ley sobre la dignidad” --se entiende laboral--, que entre otras disposiciones prevé que los contratos temporales no puedan durar más de 12 meses (actualmente 36 meses), que los despidos improcedentes se paguen con 36 sueldos y que si una empresa que ha recibido subvenciones se traslada al extranjero, la multa sea de entre dos y cuatro veces lo recibido. 

Unas medidas que aplauden las bases del M5S, los sindicatos y los trabajadores precarios. “¡Golpe mortal a quien masacró los derechos!”, dijo Di Maio de la ley. "No perjudiquéis a las empresas", dijo Salvini, que ni siquiera estuvo presente en el Consejo de Ministros que aprobó el decreto. 

Menos pensiones a los exdiputados

Otra de las medidas polémicas es la propuesta del presidente del Congreso, Roberto Fico, del M5S, de recortar las pensiones de los exparlamentarios, lo que ha provocado una auténtica revuelta entre los exdiputados. La casta no se toca, aunque, de aplicarse la reforma, el ahorro sería de uno 40 millones de euros anuales. También se pretende recortar las conocidas como “pensiones de oro”, superiores a los 4.000 y 5.000 euros mensuales. Con esta medida, según Di Maio, se recuperarán 1.000 millones de euros. Una cifra, una vez más rebatida por los expertos, como Alberto Branbilla, cercano a la Liga, que cifra la ganancia en solo “100 millones, si va bien”.

Mientras tanto, Beppe Grillo, fundador del M5S, propone elegir a los senadores por sorteo. "Así serán un espejo de la sociedad”. Siempre mejor que el caballo nombrado senador por el emperador Calígula.