La lotería y las salchichas polacas de Salisbury del espía ruso
Los vecinos de Sergei Skripal hablan de él como una persona "educada" y "sociable"
Los vecinos de Sergei Skripal hablan de él como alguien “educado”, “amistoso” y “sociable”. Ninguno tenía la menor idea del pasado de aquel afable ruso que en agosto del 2011 había comprado sin hipoteca la casa donde vivía por 260.000 libras esterlinas (291.000 euros). Una vivienda de ladrillos rojos, que está siendo minuciosamente registrada, situada en Christie Miller Road, una zona residencial tranquila de clase media.
Skripal vivía sólo. En los últimos dos años perdió a su mujer, su hermano mayor y su hijo. Alguno de ellos en extrañas circunstancias, según la familia. Yulia, su hija que reside en Moscú y ahora se halla en estado crítico, le visitaba a menudo. Skripal “es una persona muy afectuosa, muy educada”, comentaba la tendera donde el ruso compraba cada semana lotería y un tipo especial de salchichas polacas.” Hablábamos mucho, es alguien muy simpático”.
Ciudad apacible
Lo ocurrido el domingo ha sobresaltado a Salisbury, una ciudad apacible a 140 kilómetros al suroeste de Londres, especialmente conocida por su catedral. Los signos del incidente son visibles. La pizzería Zizi, en Castle Street y el pub Bishop’s Mill permanecen cerrados, acordonados por la policía.
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