Cleveland: la ciudad donde puedes manifestarte con un rifle pero no con un paraguas

En una ciudad blindada para prevenir los disturbios y en alerta máxima tras los asesinatos de policías en Dallas y Baton Rouge, un paisano de 57 años se presentó el domingo en el centro de Cleveland con un rifle semiautomático, una pistola y un chaleco de camuflaje con munición. “No supongo una amenaza para nadie, soy ciudadano americano”, dijo el tal Steve Thacker, un exmarine que se gana la vida como ingeniero en Ohio, aunque parezca salido de las selvas vietnamitas. “¿Qué quieren hacer, prohibir cualquier cosa que mate a la gente? Hay que protegerse. Este mundo no es el mundo en el que crecí”.

La puesta en escena de Thacker, que se paseó armado para reivindicar sus derechos, puso de manifiesto uno de los retos que enfrentan las agencias de seguridad encargadas de velar por la paz social durante la Convención Nacional Republicana. Varias voces han pedido al gobernador de Ohio, John Kasich, que suspenda temporalmente la ley que permite llevar armas al descubierto durante los cuatro días que durará la Convención, una cita que además de atraer a cientos de delegados republicanos de todo el país congregará a decenas de miles de manifestantes dispuestos a expresar su opinión respecto a Donald Trump. “Para mí es una absoluta locura”, dijo Steve Loomis, el presidente de un sindicato de policías de Cleveland. “Mi preocupación se centra en los miembros uniformados que estarán ahí fuera. Van a tener que estar ahí en las trincheras”.

El gobernador ha respondido que no tiene poder para suspender la ley y, aunque se ha vetado la entrada con armas al polideportivo donde se oficializará la nominación de Trump, los manifestantes podrán pasearse con rifles semiautomáticos fuera del perímetro de seguridad que rodea la convención. Lo que deja un cuadro bastante surrealista. Durante las protestas se han prohibido las pelotas de tenis, los paraguas en punta, las pistolas de agua o las latas de conserva, pero nada impide llevar un kalashnikov con cargadores de 30 balas.

CANDIDATO DE LA LEY Y EL ORDEN

Los asesinatos de policías han añadido una nueva dimensión a la cita, que ha comenzado este lunes con una jornada dedicada a abordar el terrorismo internacional, la inmigración ilegal y la violencia armada. ‘Hagamos a América segura otra vez’, es el lema del día. Desde los sucesos de Dallas, Trump se presenta a sí mismo como el candidato de la ‘ley y el orden’, un viejo concepto que Nixon utilizó durante la campaña de 1968, el año del los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy, para reprimir las protestas por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam.

A la innegable tensión de los últimos meses, Trump le ha añadido su dosis de hipérbole cuasi apocalíptica. La nación “está fuera de control”, dijo tras los sucesos de Baton Rouge, achacando la situación a “la falta de liderazgo” de Barack Obama. El presidente hizo el domingo un llamamiento a la calma y a rebajar la retórica inflamable que está utilizando parte de la clase política, una recomendación de la que se mofó el candidato republicano. “No tiene ni idea”, afirmó antes de reclamar “ley y orden”.

MELANIA, ESTRELLA DEL DÍA

La estrella del día sobre el escenario de la Convención será Melania Trump, la tercera esposa del candidato, una modelo y diseñadora de joyas de origen esloveno. Los nervios en la ciudad se palpan. Los equipos de artificieros han peinado esta mañana uno de sus parques después de que se encontrara un vehículo sospechoso y se temiera que pudiera estar cargado de explosivos, una falsa alarma que ha retrasado la apertura de puertas del polideportivo que alberga la convención.

En las calles se espera que se manifiesten cerca de medio centenar de organizaciones de izquierdas que aspiran a expresar su rechazo a los “ataques racistas, antiinmigrantes y antimusulmanes” de Trump. Pero no todo son muestras de repulsa al republicano. Un avión se paseaba anoche por los cielos de la ciudad reclamando prisión para Hillary Clinton en un cartel.