ESCÁNDALO EN LA CURIA ROMANA

Detenido un cura español por el nuevo 'Vatileaks'

El Vaticano detiene al religioso español Vallejo Balda por divulgar documentos confidenciales

El Vaticano detiene al religioso español Vallejo Balda por divulgar documentos confidenciales / ms

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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La policía vaticana ha aprendido rápido, tras la filtración en el 2012 de documentos privados de Benedicto XVI, caso conocido como 'Vatileaks', ya que de forma inmediata ha arrestado a dos personas que habrían pirateado el ordenador central que guarda los secretos económicos del Estado papal, antes de que estos, o al menos una parte de estos salgan a la luz esta semana en dos libros. Uno de los arrestados es el sacerdote español del Opus Dei Lucio Ángel Vallejo Balda y la otra es una mujer, la seglar italiana Francesca Chaouqui, de 32 años.

Los volúmenes que deben ver la luz esta semana podrían pasar ahora de ser una exclusiva mundial a constituir una de las pruebas del delito cometido, a juzgar por un comunicado del Vaticano en el sentido de que el Estado papal podría recurrir a «la cooperación internacional», aún cuando los autores de los textos son italianos.

Vallejo Balda y Chaouqui quedaron detenidos tras ser interrogados durante el fin de semana. El sacerdote español quedó en prisión preventiva y Chaouqui, que ocupaba un cargo subordinado, en libertad con cargos, tras «ofrecer su máxima colaboración». En un comunicado, el Opus Dei manifestó «sorpresa y dolor» por el caso que, de ser cierto, «sería particularmente doloroso por el daño hecho a la Iglesia».

UN ORGANISMO NUEVO

Los dos sospechosos habrían supuestamente forzado el ordenador del revisor central de la economía vaticana, Libero Milone, situado en la secretaría económica de la Santa Sede. Se trata de un organismo nuevo, creado por el papa Francisco, para sustituir el antiguo 'ministerio' de Economía, la llamada Prefectura que guarda los secretos 'limpios' de curas, monjas, diócesis y órdenes religiosas, pero también secretos inconfesables que, al abrigo de la institución, habrían cometido muchas personas en el pasado, desde mafiosos hasta los servicios secretos de varios países.

El caso se enmarca en las trifulcas vaticanas para obstaculizar o impedir las reformas del papa Francisco que, poco después de ser elegido, comenzaron con los organismos económicos.

En varias ocasiones Jorge Bergoglio ha manifestado que habría preferido empezar por las reformas que atañen a la Santa Sede y a la Iglesia, pero que las «urgencias» le habían impuesto iniciar por la economía. Desde su elección, el IOR o banco del Papa -un verdadero paraíso fiscal en el centro de Roma- ha sido adelgazado, sus directivos cambiados, se han cerrado más de 10.000 cuentas cerradas por «inapropiadas» y ahora tiene prohibido realizar inversiones. Paralelamente, el Vaticano cuenta ahora con todos los requisitos de transparencia que exigen los acuerdos internacionales entre estados para impedir el blanqueo de dinero y la financiación de actividades criminales.

Vallejo y Chaouqui fueron citados e interrogados el pasado sábado por el fiscal Gian Piero Milano y su adjunto Roberto Zannotti.  El interrogatorio terminó el domingo. La mujer fue dejada en libertad y el sacerdote se encuentra detenido en el calabozo de la Gendarmería, el mismo donde en el 2012 estuvo Paolo Gabriele, mayordomo de Benedicto XVI, que había robado documentos del despacho del Papa.

LA RIQUEZA ECLESIAL

Un comunicado vaticano añadió que sobre «los libros anunciados para los próximos días hay que decir que también esta vez (bajo Benedicto XVI habían salido otros) son fruto de una grave traición de la confianza acordada por el Papa» y criticó que los autores se han beneficiado de un acto «gravemente ilícito», como la filtración de documentación reservada. Se trata de los títulos 'Vía Crucis', de Gianluigi Nuzzi, ya autor de 'Vaticano SA' durante Benedicto XVI, y de 'Avaricia', del reportero de 'L'Espresso' Emiliano Fittipaldi. Los dos títulos prometen mostrar «las cartas que revelan la riqueza, los escándalos y los secretos de la Iglesia de Francisco»

La divulgación de material clasificado es un delito penado por la legislación vaticana, que prevé penas de entre seis meses y dos años de reclusión.