DE CANADÁ A MIAMI

Kim Phuc, icono de la guerra de Vietnam, recibirá tratamiento médico 50 años después

La niña que sufrió en carne propia un bombardeo con napalm mantiene secuelas a sus 52 años de las terribles quemaduras recibidas en más de un tercio del cuerpo

Kim Phuc (centro), rodeada por sus hermanos y primos, corre tras el ataque con napalm en Trang Bang, el 8 de junio de 1972.

Kim Phuc (centro), rodeada por sus hermanos y primos, corre tras el ataque con napalm en Trang Bang, el 8 de junio de 1972. / periodico

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Kim Phuc, la niña de 9 años que en su huida aterrorizada se convirtió en el icono del horror de la guerra de Vietnam, recibirá 40 años después tratamiento médico por las heridas que sufrió tras el ataque con napalm que el Ejército sudvietnamita lanzó por error contra civiles en la localidad de Trang Bang, cerca de Saigón.

Phuc, que ahora tiene 52 años, ha viajado desde su casa en Canadá, donde se mudó con su marido a principios de los años 90, a Miami para visitar a una dermatóloga especializada en tratamientos con láser para pacientes quemados.

La doctora Jill Waibel, del Instituto de Dermatología y Laser de Miami, confía en que el tratamiento le aliviará las molestias y el dolor causado por la explosión, y le suavizará la piel con cicatrices que se extiende desde su mano izquierda hasta su brazo, el cuello y hacia abajo por casi toda la espalda.

“He estado tantos años pensando en que no tendría más cicatrices ni más dolores cuando estuviera en el cielo... Pero ahora, para mí esto es el cielo en la tierra", declaró Phuc a periodistas de Associated Press.

AL BORDE DE LA MUERTE

A Miami le han acompañado su esposo, Bui Huy Toan, y Nick Ut, el fotoperiodista de Associated Press que captó el instante que aquel 8 de junio de 1972 cambió la vida de Phuc y le dio a él el premio Pulitzer. Ut afirmó que todavía recuerda cómo la que entonces era una niña gritaba "demasiado calor" cuando él la acogió en la furgoneta de la agencia.

“Creo que me estoy muriendo, demasiado calor, demasiado calor, me estoy muriendo", gritaba mientras se le despegaba la piel del cuerpo. Después del bombardeo, le quedaron cicatrices casi cuatro veces más gruesas que la piel normal.

ACTIVISMO Y VERGÜENZA

El pasado junio, Phuc declaró a la CNN: "Siempre recuerdo aquel horrible día en que corrimos de la vida a la muerte". Al principio, se sentía avergonzada por la foto, y llevaba mal la publicidad, contó. Pero su opinión cambió gradualmente: "Me di cuenta de que si no podía escapar de aquella foto, quería volver a trabajar con ella por la paz. Y esta es mi elección". 

Ahora, ella se refiere a Nick Ut como 'el tío Ut'. "Él es el principio y el fin", afirma. "Él me hizo la foto y ahora estará conmigo en este nuevo viaje, en este nuevo capítulo", añade.

INCAPACITADA

En aquel entonces, Phuc tuvo suerte de seguir con vida tras sufrir serias quemaduras en más de un tercio de su cuerpo, ha afirmado la doctora Waibel. "De niña, me encantaba subirme a los árboles, como un mono", explica Phuc, recogiendo las mejores guayabas, arrojándolas a sus amigos. “Después de quemarme, nunca más volví a subirme a un árbol y nunca volví a jugar a este juego con mis amigos como antes. Era muy difícil. Estaba realmente incapacitada".

La doctora Waibel prevé que la señora Phuc necesitará cerca de siete tratamientos durante un máximo de nueve meses. Desde Canadá, Phuc ha declarado que el programa de tratamiento es incómodo, pero lo seguirá sin inmutarse. "Quizá durará un año", afirma, "pero estoy muy emocionada, y agradecida".

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