'Charlie Hebdo' ironiza sobre la muerte del pequeño Aylan

¿Ha ido Charlie Hebdo demasiado lejos?. Es una pregunta recurrente cada vez que la revista satírica francesa, cuya filosofía es que el humor no tiene tabús, estampa en su portada una caricatura polémica. 

En esta ocasión, el protagonista del último número del semanario tristemente célebre por el atentado yihadista que diezmó su redacción el pasado enero, no es el profeta Mahoma sino Aylan, el niño sirioAylan, de 3 años convertido en icono del drama de los refugiados. 

A muchos internautas, especialmente al otro lado del canal de la Mancha, no les ha hecho ni pizca de gracia que Charlie Hebdo bromee con la muerte del pequeño. En Francia, la polémica ha sido moderada.

Una de las viñetas muestra el cadáver de Aylan tendido de espaldas sobre la arena. “Tan cerca de la meta…”, se lee junto a la ilustración, en la que también aparece un cartel con publicidad de McDonalds: ‘Dos menús infantiles al precio de uno’. 

Sentado en un sillón, cerveza en mano y apoyando sus pies en la espalda de un inmigrante como si fuera una mesa de centro, la portada de Charlie Hebdo es la de un hombre francés cargado de ironía que dice ¡estás en tu casa!. 

El ejemplar, que salió a los quioscos el 9 de septiembre, incluye una docena de caricaturas en torno a la grave crisis que sacude a Europa desde finales de agosto bajo el titular de ¡Bienvenidos inmigrantes!.

Tanto en el Facebook de Charlie Hebdo como en Twitter muchos internautas han mostrado su rechazo al tratamiento del último número con la etiqueta #JeNeSuisPasCharlie. ‘Je suis Charlie’ fue el lema en apoyo a la revista que se popularizó para mostrar el rechazo a los atentados de París del pasado 7 de enero.

Peter Herbert, abogado y activista de derechos humanos, va más allá y pretende llevar el asunto ante los tribunales por incitar al odio "Charlie Hebdo es una publicación racista, xenófoba e ideológicamente en quiebra que representa las decadentes costumbres de Francia", aseguró en Twitter.

DENUNCIA DE LO ABSURDO

 Otros lectores, sin embargo, defienden que lo único que pretende el semanario es denunciar lo absurdo del modo de vida occidental comparado con las penurias de algunos seres humanos por la supervivencia.

Y recuerdan que la revista también acusa a los alcaldes franceses que se han desmarcado diciendo que sólo están dispuestos a acoger inmigrantes cristianos. “La prueba de que Europa es cristiana: los cristianos caminan sobre las aguas, los niños musulmanes se ahogan”, reza una viñeta.