CONFUSIÓN EN ARGENTINA

La hoja de ruta del espía

El exespía Stiusso.

El exespía Stiusso.

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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El universo de los espías está hecho de fabulaciones. La distracción, el engaño furtivo, forma parte de su repertorio. Novelistas como Ian Fleming o John Le Carré les dieron carnadura en los nombres de James Bond Alec Leamas. Estos días no son los libros ni las películas o series los que estimulan la imaginación de los argentinos. La muerte del fiscal Alberto Nisman ha puesto en el centro del drama político al hombre que, más que un padrino, diseñaba meticulosamente su hoja de ruta. Se trata de Antonio Horacio Stiusso. Conocido con el alias de 'Jaime', Stiusso fue jefe de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI) hasta el 17 de diciembre pasado. Ese día fue echado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner junto con parte de sus colaboradores.

No faltan analistas que vinculan la caída de Jaime con la suerte corrida por Nisman, el fiscal que acusó con pruebas muy endebles a Kirchner de diseñar un plan para favorecer la impunidad de los iranís presuntamente involucrados en el atentado contra la mutual judía que, el 18 de julio de 1994, provocó 85 muertos. El misterio alrededor de Stiusso comenzará quizá a desvelarse esta semana cuando sea interrogado por Viviana Fein, la fiscal que debe determinar si Nisman se suicidó abochornado, antes de comparecer en el Congreso, donde debía fundamentar su sonora denuncia, fue inducido a dispararse en la sien o lo asesinaron en un operativo digno de Ethan Hunt, el protagonista de la película 'Misión Imposible'.

Todo se despliega aquí como si fuera un 'thriller'. El abogado de Stiusso, el también exespía y defensor de represores de la dictadura, Santiago Blanco Bermúdez, dijo que su defendido no ha testimoniado todavía ante Fein porque no había recibido la citación judicial correspondiente. La citación a Jaime fue remitida a tres domicilios: en dos de ellos no conocían a Stiuso, y en el tercero no vivía nadie.

En las últimas horas, el diario 'Perfil' reveló su imagen: el exdirector de Operaciones de la SI ya tiene un rostro completamente legible. La publicación subió también a su página un audio con su voz. Pero, lo más importante, el actual jefe de la SI, Oscar Parrilli, lo ha relevado de la obligación de guardar secreto en todo lo que pueda aportar para esclarecer el deceso del fiscal.

«Necesito saber cuál era la relación que tenía con Nisman, analizar las comunicaciones últimas que tuvo con él», dijo este lunes Fein. La fiscal ya sabe que el 17 de enero, antes de apagarse su vida, Nisman habló 12 minutos con un móvil a nombre de Jaime. El abogado le restó importancia a ese hecho. Dijo que su cliente tenía más de cien líneas telefónicas asignadas. El exespía deberá aclarar cómo es que seguía manteniendo esos teléfonos aunque había sido echado de la SI por jugar a favor de los opositores de Fernández de Kirchner.

HOMBRE SIN ROSTRO

«¿Qué contará Stiusso?». Los argentinos esperan sorprendentes revelaciones. Jaime entró en los servicios de inteligencia hace 42 años, atravesó dos dictaduras y, además de los servicios prestados a cada presidente, ha entablado muy fluidas relaciones con la CIA y el Mosad israelí, los principales sostenedores de la hipótesis iraní en la causa AMIA. Pero Stiusso puede hablar también de las redes de políticos, jueces, fiscales, empresarios y periodistas que giraron alrededor. Y esto no es bien visto por todos.

El escritor Mempo Giardinelli advierte de un peligro mayor. «Lo más probable es que este hombre, seguramente resentido por su destitución, solo abrirá la boca para mentir, sea él o no quien redactó la denuncia contra el Gobierno, mentirá en cuanto dañe a la presidenta y las instituciones». Jaime no imaginaba una vida de alta visibilidad: el hombre que no tenía rostro ahora es mirado por un país que no sabe bien qué hará.