«Es posible que Rusia intente desencadenar una guerra civil»

El escritor Andrei Kurkov, entre libros, en Kiev.

El escritor Andrei Kurkov, entre libros, en Kiev.

IRENE SAVIO
KIEV

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Entrevistar a Andrei Kurkov es como encontrarse con el misterio de las dos Ucranias. Escritor y ensayista (1961, San Petersburgo), vive desde hace más de cinco décadas en Ucrania y su relato biográfico incluye el haber estudiado japonés en escuelas del servicio de espionaje del KGB, haber sido un funcionario carcelario en Odesa y tener un hermano que fue un disidente soviético. Hoy es uno de los intelectuales ucranianos más reconocidos, autor de novelas que escribe en ruso y en las que amalgama historias de ciencia ficción con eventos relacionados con la extinta URSS, entre ellas su best-seller Muerte con pingüino (1996).

- ¿Tiene miedo de que la situación en Ucrania pueda acabar en un conflicto armado?

-Sí. Creo que es posible que Rusia intente desencadenar una guerra civil en el este y sur de Ucrania justo antes de las elecciones presidenciales de mayo, con el objetivo de que estos comicios no puedan realizarse. Esto permitiría a las autoridades rusas reaparecer como una fuerza pacificadora y sentar a sus hombres en el Gobierno ucraniano.

- Usted es ruso. ¿Qué es lo que no entiende Occidente de los rusófonos de Ucrania?

-Algo a tener en cuenta es que de los 24 millones de rusófonos que viven en Ucrania solo la mitad de estos son étnicamente rusos y un cuarto pueden ser considerados prorrusos o nostálgicos (de la URSS). En Kiev, por ejemplo, el 80% de la población tiene el ruso como primera lengua.

-¿Los ucranianos comparten una identidad única?

- No. Cada uno interpreta su identidad a su manera. Hay quien considera el idioma ucraniano como parte constituyente de su identidad. Otros creen que la identidad ucraniana está representada por las costumbres nacionales y las canciones folclóricas. Y hay quien opina que es suficiente sentirse perteneciente a un estado que se llama Ucrania.

-¿Qué opina de Maidán? ¿Ha sido una revolución genuina o solo han cambiado las elites en poder?

-La revolución ha sido genuina y espontánea. El problema es que ahora la vieja oposición, que encarnan personajes como Yulia Timoshenko y Alexánder Turchínov, se están resistiendo con uñas y dientes a dejar el poder y a ceder paso a nuevas figuras políticas. Esta es la pugna actual que vive Ucrania.

-¿Cuáles son las razones históricas de la falta de una buena y honesta clase política en Ucrania? 

- En la época soviética, para los ucranianos, tener éxito significaba dejar Kiev para ir a Moscú. Desde la clase política a los científicos pasando por los artistas, los cineastas… Centenares de dirigentes ucranianos buscaron solo ocupar puestos en el Gobierno soviético. Tres de los seis secretarios generales del Partido Comunista de la URSS nacieron en Ucrania: Nikita Kruschev, Leonid Brezhnev y Konstantín Chernenko.

-¿No le parece que Ucrania está atrapada en un triángulo de intereses extranjeros?

- Sí, pero no es la primera vez. Ucrania hace desde siempre de colchón entre dos mundos.

-¿Los intelectuales rusos y ucranianos están haciendo lo suficiente para ayudar a solucionar el conflicto actual? 

- No, no hay diálogo. Los intelectuales rusos que no están alineados con el presidente ruso Vladímir Putin no tienen capacidad de influencia. Y los ucranianos no se fían de ellos.

-¿Cuál es su opinión sobre las sanciones de EEUU y Europa?

-Sirven de poco y nada. Son algo simbólico, decorativo, que no han tenido repercusión alguna en los planes de Rusia.