CONSECUENCIA DEL TIFÓN 'HAIYAN''haiyan'

Las epidemias amenazan con agravar la crisis en Filipinas

Parte de la ayuda internacional no ha podido llegar todavía a algunas zonas

Un soldado filipino distribuye agua potable a afectados por el tifón en la localidad de Tacloban.

Un soldado filipino distribuye agua potable a afectados por el tifón en la localidad de Tacloban.

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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El ritmo de distribución de la ayuda internacional a una población desesperada por las secuelas del tifón Haiyan se ha incrementado al fin, tras una semana de escaseces y anarquía. Mientras las autoridades fililpinas se esfuerzan en racionalizar la gestión del desastre, crece la preocupación por las epidemias.

Aunque forma parte de la liturgia de los desastres naturales con miles de muertos, el agravado cuadro actual aumenta los temores. Las instalaciones médicas de la isla de Leyte han quedado arrasadas, los equipos internacionales no han podido acceder a muchas de las zonas afectadas o carecen de medicinas y solo el jueves empezaron a enterrarse los cadáveres que permanecían a la intemperie (las imágenes televisivas muestran a los ciudadanos tapándose la nariz y boca por la putrefacción).

Además, falta agua potable para beber o sanarse las heridas. Muchos de los desplazados padecen diarrea y fiebres. El Ministerio de Sanidad alertó el miércoles de un probable aumento de casos de leptospirosis, una enfermedad causada por un parásito habitual en Filipinas.

FALTA DE VACUNAS / Otras enfermedades típicas de los ambientes cálidos y húmedos del trópico como el cólera, la hepatitis, la malaria, el dengue o la disentería amenazan con formar la segunda ola del desastre, aseguran fuentes médicas. Ni siquiera se descarta que resurja la polio después de 14 años. El personal sanitario desplazado ha alertado también de la falta de vacunas contra el tétanos. La situación es especialmente delicada para los 4.000 heridos que dejó el tifón y corren el riesgo de infecciones o contagios.

La llegada del portaviones George Washington, con más de 5.000 soldados y 80 aviones, ha engrasado el suministro de alimentos, agua y medicinas tras las críticas a las que las autoridades por su inoperancia. EEUU ha destinado 174.000 kilos en ayuda a la población filipina.