La economía mundial está en vilo por EEUU

Las refriegas fiscales de EEUU han llegado a tal punto que no solo están mermando su economía, sino que amenazan con descarrilar la débil recuperación global. Desde el pasado 1 de octubre, su Gobierno federal vive con las puertas entornadas por la falta de financiación. Muchos de sus servicios, como las ayudas destinadas a la nutrición infantil para las madres sin recursos, se han cortado en algunos estados.

Pero por trágico que sea socialmente el cierre parcial del Gobierno, no deja de ser un problema interno. Lo que verdaderamente preocupa fuera de sus fronteras es el techo de la deuda. Washington tiene hasta el jueves para aumentarlo. Si no lo hace, el resto del mundo temblará.

Todos los países que gastan más de lo que ingresan se financian subastando deuda pública en los mercados. Es un proceso rutinario que solo genera problemas cuando los inversores tienen dudas sobre la solvencia del país y exigen intereses prohibitivos para prestarle dinero.

Eso es lo que le pasó a España hace un año. Pero no es el caso de EEUU. Su problema es puramente político porque, en un sistema que apenas tiene parangón en el mundo, es su Congreso el que establece límites al endeudamiento. Y, cuando el techo se alcanza, debe autorizar su aumento. Ese techo, situado en 16,7 billones de dólares, se alcanzará el jueves.

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