OLA DE PROTESTAS EN TURQUÍA

Miles de indignados desafían a Erdogan y regresan a Taksim

NANDO Salvà

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Varios miles de personas se desplazaron de nuevo anoche a la plaza de Taksim en Estambul, epicentro de las revueltas que desde hace dos semanas sacuden a Turquía, y desalojada durante el martes por la policía en una operación que duró 24 horas. La plaza, que durante 11 días estuvo en manos de los manifestantes y rodeada de barricadas, permaneció ayer abierta al tráfico y limpia de puestos informativos y tenderetes.

«La lucha vuelve a empezar», fue uno de los gritos coreados entre quienes, acabada la jornada laboral, desafiaron la advertencia de mano dura del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que ayer durante una reunión con miembros de una asociación profesional, aseguró: «He dado instrucciones al Ministerio del Interior. En 24 horas esto se habrá acabado». Los agentes antidisturbios, que han permanecido en la plaza durante las últimas 48 horas con el apoyo de varios blindados, empezaron a formar en respuesta y los manifestantes se retiraron hacia el adyacente parque Gezi, donde miles de personas siguen acampadas.

FALTA DE CONFIANZA / Entre ellos, nadie mostró confianza alguna en que la reunión mantenida por la tarde por Erdogan con artistas, intelectuales y representantes de los manifestantes resultara fructífera. Algunos de los grupos civiles mayoritarios en el parque ni siquiera fueron invitados al encuentro, mientras que otros, como Greenpeace, rechazaron participar en él. «Los asistentes a esa reunión han sido escogidos a dedo por Erdogan», aseguró desde el parque un activista de la plataforma Taksim Solidaridad. «Se está riendo de nosotros», constató. Entre los manifestantes, se extendió el temor de que el encuentro fuera aprovechado por el Gobierno para aprobar un desalojo de Gezi, hasta ahora zona autorizada para las protestas.

Kemal Kiliçdaroglu, lider del principal partido de la oposición -el Partido Republicano del Pueblo (CHP)— instó al presidente Abdulá Gül, considerado más moderado que su primer ministro, a reunir a todos los partidos para tratar de salir de la crisis, a lo que Gül respondió: «no serviría de gran cosa». «Tenemos que reducir la tensión», sostuvo asimismo Kılıçdaroglu, en un intento de disuadir a Erdogan de que celebre dos grandes concentraciones públicas programadas para este fin de semana en Ankara y Estambul.

La UE criticó ayer el «uso excesivo de la fuerza» contra los manifestantes por parte de la policía turca, y urgió a investigar y perseguir a los responsables, al tiempo que pidió al primer ministro una actitud más dialogante. «Hemos visto demasiados ejemplos de uso excesivo de la fuerza», aseguró la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, que subrayó el carácter «mayoritariamente pacífico» de las manifestaciones. Paralelamente, la cadena canadiense CBC anunció que dos de sus reporteros habían sido detenidos mientras cubrían las protestas.