PRESIÓN CONTRA EL SÁTRAPA
Clinton admite que se puede acusar a Asad de crímenes de guerra
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha admitido que existen "argumentos" que permitirían acusar al presidente sirio,Bachar el Asad, de crímenes de guerra, aunque un gesto semejante complicaría la búsqueda de una solución a la guerra en Siria. "Por experiencia, pienso que podría complicar la resolución de una solución compleja porque ello limita las posibilidades de persuadir a los dirigentes de abandonar el poder", declaró la mandataria durante una audiencia ante el Congreso de EEUU.
Un senador le había preguntado si a sus ojos, Asad debería ser considerado por la comunidad internacional como un criminal de guerra". La respuesta fue contundente: "Si nos basamos en las definiciones de un criminal de guerra y crímenes contra la humanidad, hay argumentos para afirmar que podría entrar en esta categoría", respondióClinton.
El pasado lunes, el ministro francés de Asuntos Exteriores, AlainJuppé, declaró que Francia desea que la justicia internacional sancionara la represión llevada a cabo por el régimen sirio. No obstante, el mandatario francés admitió que se trataba de "un caso difícil", ya que Damasco no formaba parte de la Convención de Roma que establece el Tribunal Penal Internacional.
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- 30 frases e imágenes para felicitar el Día de la Madre 2023
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- ¿Qué supermercados triunfan más en Catalunya? La 'pole position' de la gran distribución alimentaria se distancia de su competencia
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Catalunya se encomienda a las próximas lluvias y al deshielo para dejar atrás la emergencia por sequía
- El destino de Daniel Sancho se debate ahora entre la cárcel amable de Samui y la despiadada de Bangkok