GUERRA EN LIBIA

Las fuerzas de Gadafi frenan el avance rebelde hacia Sirte en Nafauliya y el valle Rojo

El Ejército del régimen se atrinchera en la población natal del dictador mientras en Ben Yawad se ven los rastros del combate

Miembros del Ejército rebelde en pleno combate, a unos 120 kilómetros de Sirte.

Miembros del Ejército rebelde en pleno combate, a unos 120 kilómetros de Sirte. / MMA KP**LON**

SUSANA SAMHAN / Ben Yawad

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Las ganas no han bastado para que los rebeldes alcanzaran Sirte, ciudad natal del dirigente libio, Muamar Gadafi, y clave para alcanzar Trípoli, ya que se toparon por el camino con una fuerte resistencia en el valle Rojo y Nafauliya.

Tras el rápido avance, cuando tomaron en un solo día cuatro ciudades -Ajdabiya, Ras Lanuf, El Aguila y Ben Yawad-, los revolucionarios vieron detenida su progresión, pese a que algunas primeras informaciones rebeldes daban por tomada Sirte, tras los intensos bombardeos de las fuerzas de la coalición internacional en áreas próximas.

En Ben Yawad, el punto más al oeste bajo control rebelde, un miliciano advertía este lunes a los vehículos civiles que pasaban en dirección a Nafauliya, a unos 15 kilómetros, que no continuaran porque había combates. El tráfico de pick-ups de rebeldes pertrechados con lanzacohetes, fusiles kalashnikov y piezas de artillería era incesante y levantaba una intensa polvareda en el camino situado en mitad de la nada, donde al final se vislumbraban las primeras casas de Ben Yawad.

"La información es bastante confusa --indicó un miliciano que no deseó identificarse--. Primero nos dijeron que Sirte estaba liberada. Parece que en Nafauliya y en el Valle Rojo hay combates porque algunos leales a Gadafi no quieren rendirse".

Misiles Grad

A lo lejos se escuchaba ruido de disparos y se observaba una columna de humo por el impacto de la artillería de Gadafi, "son misiles Grad", decían los rebeldes. Es un tipo de armamento poco preciso pero de gran capacidad de fuego, una especie de batería de lanzamiento de misiles de pequeño calibre.

Algunas furgonetas que venían de vuelta de Nafauliya transportaban rebeldes heridos en la batalla, uno de ellos con una herida de bala en una mano. Pero también había familias que huían de Ben Yawad ante el temor de que las fuerzas de Gadafi vuelvan a este pueblo, como un matrimonio que viajaba con sus cinco hijos pequeños y que se marchaban tras regresar anoche de Ras Lanuf, como contó el padre visiblemente atemorizado.

En mitad del camino se encontraba Mahmud Ez, de 36 años y natural de Ajdabiya, que aseguró a Efe que su objetivo era llegar a Sirte porque su padre, su esposa, su hija y tres miembros de su familia fueron secuestrados por los leales a Gadafi. "Se los han llevado a Sirte. Voy a ir a buscarlos", contó Ez.

Un poco más adelante de donde estaban los rebeldes, se encuentra Ben Yawad, un municipio de 20.000 habitantes con casas bajas y calles sin asfaltar. En la puerta de su casa se encontraba descalzo Abdelsalem Saleh Gabaili, técnico de una compañía petrolera, que explicó que "todo el mundo que tenía coche se marchó al desierto porque eran beduinos y tenían miedo de que las fuerzas de Gadafi volvieran".

Ben Yawad

Gabaili, vestido con una galabiya (túnica), dijo que la mayor parte de los vecinos de Ben Yawad pertenecen al clan de los Gabaili, que apoyan a los "shabab", jóvenes rebeldes. "Nosotros no nos fuimos porque no tenemos coche", indicó Gabaili, que lamentó que cinco miembros de su familia fallecieran por disparos y el impacto de cohetes en Ben Yawad, escenario de violentos combates entre los pasados 5 y 6 de marzo. Además, se quejó de que una parte de los vecinos apoyaron a Gadafi, "eran gente de Níger y Mauritania que llevaban viviendo diez años aquí trabajando en las compañías petroleras" y que ahora se han marchado. Él y los quince miembros de su familia apenas salieron de casa los días que los gadafistas estuvieron en Ben Yauad porque "estaban en todas partes".

Mientras Mahmud narraba sus penurias apareció por la calle con cara de desorientado un joven egipcio que aseguraba que era la primera vez que salía de su casa en 25 días. "He salido porque he visto a gente haciendo el signo de la victoria desde la ventana y he pensado que serían rebeldes", apuntó Mohamed Ahmad Mohamed Muyahid, de 23 años. Muyahid, empleado en una constructora, señaló que en el pueblo hay cuatro familias egipcias que vivieron el mismo calvario que él durante estos días. "Había tres mujeres embarazadas que justo dieron a luz la semana pasada y tuvieron que hacerlo en casa", afirmó. Por su parte, Gabaili mostró un vídeo grabado con el móvil de uno de sus hijos durante los bombardeos de la artillería de Gadafi en el que se veía cómo dos cohetes impactaban en un punto del pueblo.

De hecho, todavía quedan restos de los enfrentamiento en Ben Yawad donde muchas fachadas muestras impactos de bala y boquetes de granadas. "Esperamos una solución de Alá", dijo resignado Gabaili.