ALERTA POR UN NUEVO COMPLOT TERRORISTA

Un paquete bomba viajó a EEUU en dos aeronaves de pasajeros

Estudiantes yemenís se manifiestan en la Universidad de Saná en favor de la joven detenida, ayer.

Estudiantes yemenís se manifiestan en la Universidad de Saná en favor de la joven detenida, ayer.

EMILIO LÓPEZ ROMERO / Nueva York

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Una vez despajadas las dudas sobre el remitente y los destinatarios, la Casa Blanca reconoce abiertamente que no tienen claro si el objetivo de los terroristas era que los paquetes bomba enviados el jueves desde Yemen estallaran al llegar a las sinagogas de Chicago a las que iban dirigidos o, por el contrario, detonar su mortífera carga durante el traslado en avión.

El viejo debate sobre la seguridad aérea ha vuelto a intensificarse después de que ayer se confirmara que al menos uno de los paquetes enviados desde Saná, el que fue interceptado por la policía en Dubái, fue transportado en un avión de pasajeros de Qatar Airways hasta Doha, y de ahí en otro vuelo comercial hasta los Emiratos Árabes Unidos.

En este contexto, el asesor antiterrorista de la Casa Blanca, John Brennan, confirmó ayer a la CNN que los paquetes bomba podían haber estallado en pleno vuelo porque su «sofisticado» diseño permitía que fueran activados por control remoto o incluso automáticamente, sin necesidad de detonarlos físicamente.

Mientras las autoridades siguen buscando otros paquetes sospechosos en diferentes partes del país, el asesor de Barack Obama advirtió que sería «imprudente» trabajar sobre la hipótesis de que los terroristas no realizaron más envíos en otros aviones, aunque se mostró confiado en que se hayan interceptado todos.

Para echar más leña al fuego en el debate sobre la seguridad ayer se supo también que el paquete que llegó al aeropuerto de East Midlands, dos horas al norte de Londres, en la escala de un avión de carga procedente de Yemen estuvo a punto de continuar su viaje hasta Chicago pese a que las autoridades ya habían sido alertadas de una posible bomba en su interior.

DOS REVISIONES / Según la agencia AP, tras una primera revisión de la carga los agentes del aeropuerto británico no encontraron nada extraño y levantaron el perímetro de seguridad. Poco después recibieron una llamada de Dubái confirmando que habían detectado los explosivos en un cartucho de tinta de impresora. Después de una segunda revisión más exhaustiva, localizaron el paquete.

The New York TimesyThe Washington Postaseguraron ayer citando fuentes oficiales que el principal sospechoso de haber fabricado las bombas es el terrorista saudí Ibrahim Hasan al Asiri, de 28 años, buscado por los servicios secretos por su implicación en el asesinato del príncipe Mohamed Bin Nayef en verano del 2009. Al Asiri es la mano derecha del clérigo radical Anwar Al Awlaki, de origen estadounidense, jefe de Al Qaeda en la Península Arábiga, que tiene su base de operaciones en Yemen.

Los expertos consideran la industria de carga aérea como uno de los puntos débiles de la lucha antiterrorista, un mercado de 100.000 millones de dólares dominado por UPS y FedEx, que se calcula que moviliza diariamente unos 23 millones de paquetes. Las autoridades reconocen que en la actualidad solo un tercio son revisados.