Villepin promete "unidad" a la derecha ante las presidenciales

ELIANNE ROS / PARÍS

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El primer ministro francés, Dominique de Villepin, prometió ayer "unidad" a su partido, la UMP (Unión para un Movimiento Popular), ante la carrera electoral de las presidenciales del 2007. En la apertura de la escuela de verano de la formación, que se celebra este fin de semana en Marsella, Villepin se destapó con un inhabitual elogio al líder del partido y ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, aspirante declarado a la candidatura de la UMP

"Estoy aquí con vosotros y con Nicolas Sarkozy. Soy feliz porque Nicolas es un ministro enérgico y lleno de coraje, ¡gracias por lo que has hecho!", clamó Villepin ante un circunspecto y desconfiado Sarkozy. Es cierto que el primer ministro jugaba en el terreno del ministro de Interior, pero su inédita proclama de apoyo al jefe de la UMP vino a corroborar lo que todos dan por hecho pero que él aún no ha dicho: que abandona la agria pugna con Sarkozy por la candidatura al Elíseo.

El que fuera delfín del presidente, Jacques Chirac, dio a entender que las crisis del pasado curso político --disturbios en los suburbios, manifestaciones contra el contrato para jóvenes, el escándalo Clearstream...-- le han llevado a ceder el paso a su rival. "De las duras pruebas atravesadas ha surgido una unidad fortalecida. Mi compromiso es que nuestra familia estará unida cara al desafío del 2007", dijo.

BUENAS NOTICIAS

Pero además de proclamar la buena nueva del descenso del paro y el crecimiento económico, Villepin aprovechó para dar un toque de atención a Sarkozy. El primer ministro advirtió del riesgo de la "ruptura" que preconiza Sarkozy para reformar el endeudado sistema social y el rígido sistema fiscal francés.

En una entrevista que publica hoy el magazine deLe Figaro, de la que ayer se ofreció un extracto, el ministro de Interior se reafirma en su tesis de la ruptura. Se pronunció, además, sobre una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza ha dado a los partidos franceses a raíz de la decisión de España de legalizar el matrimonio y la adopción por parte de los homosexuales. Sarkozy ha optado por rechazar ambas reivindicaciones. Lo ha hecho después de que el Partido Socialista se pronunciara a favor, pese a que no todos los aspirantes a la candidatura al Elíseo lo aprueban, incluida la favorita de los sondeos, Ségolène Royal.