Novias cómodas y con carácter en la BBFW: "Ya no vestimos todas iguales, cada una tiene su personalidad"

La moda nupcial española ha reivindicado su dominio en el sector un año más en la Barcelona Bridal Fashion Week 2024, que ha dado el pistoletazo de salida este miércoles 17 de abril en la Fira de Barcelona. En esta ocasión, las marcas y los diseñadores catalanes han ganado relevancia (a pesar de ser la edición con más presencia internacional) gracias a una gran exposición de vestidos de novia de firmas catalanas creada por La Fura dels Baus, que permanecerá hasta el próximo domingo en la avenida Maria Cristina y mostrará hasta 150 trajes. También los diseñadores locales y nacionales se han puesto en el centro de la pasarela, sobre todo durante la primera jornada. 

La firma catalana Jesús Peiró, que destaca por su apuesta por la producción local, los materiales sostenibles y la artesanía, ha abierto los desfiles de esta edición de la BBFW. La colección 'Lumière', de Merche Segarra, directora creativa de la marca, ha mostrado la influencia de la luz a través de los tejidos.

La luz de Jesús Peiró

La diseñadora ha dividido esta luminosidad en dos vertientes. Primero, con la parte matérica que aportan elementos como los velos, que vuelven a ganar relevancia este año. "El velo es el símbolo nupcial por excelencia. A una chica con tejanos y bambas le pones un velo y rápidamente es el personaje", expone la directora creativa. Y, a continuación, a través de la parte conceptual, trabajando la "doble silueta". Por su parte, el grafismo de la colección es el círculo, trabajado en todos sus tamaños, que evoca "el lucero o la luciérnaga, motivos de luz de la naturaleza", explica Segarra.

La marca Jesús Peiró aspira a representar a todas las novias del mundo. "Nosotros vendemos el 80% de nuestra producción en el extranjero, por lo que la tipología de la novia, los momentos del día y las ubicaciones tienen que quedar cubiertos", asegura la diseñadora. Desde vestidos para novias más tradicionales hasta las más urbanitas ("con un vestido corto o un traje de pantalón") o dinámicas y arquitectónicas ("con piezas desmontables"). Para Segarra, en una boda "la primera ceremonia es comprar el vestido de novia; la segunda es casarse".

Ornamentación en Yolancris

Otra catalana es Yolancris, que vuelve a fusionar la producción tradicional y la innovación a través de la colección nupcial 'Carpe Diem'. En las nuevas prendas, la directora creativa de la marca, Yolanda Pérez, mantiene la tendencia de los 'cut-outs' en los vestidos lisos, añade los elementos florales (muy presentes en gran parte de las colecciones de la BBFW) e incorpora un elemento que, en palabras de la diseñadora, "parece un yeso, la ornamentación que tienen los capitolios". También muestra su esencia rompedora a través de un innovador vestido de novia 'denim'.

"España es pionera en moda nupcial", asegura Pérez. No obstante, considera que en los dos últimos años "las boutiques se han vuelto un poquito más retrógradas y clásicas", algo que no responde a las necesidades actuales de las mujeres. "Quieren ir cómodas, guapas y ligeras", confirma. Por eso, las mujeres optan por llevar vestidos diferentes para la ceremonia y la celebración, o escoger trajes con diferentes piezas que puedan ponerse a su gusto.

Las flores de Isabel Sanchis

Otra de las firmas españolas de la primera jornada ha sido Isabel Sanchís, de la propia diseñadora junto a su hija Paula Maiques. Su colección está inspirada en la naturaleza y la escultura a través de flores en volumen e incrustadas en crepe, así como drapeados envolventes. "Es una de las colecciones más románticas de novia que hemos hecho hasta el momento, aunque hay siluetas modernas", comenta Maiques. 

Se trata de una colección diferente, donde cada prenda tiene una personalidad distinta. "Las novias ya no vestimos todas iguales, sino que cada una tiene una personalidad. Eso se tiene que trasladar al mundo de la moda", considera la diseñadora. Ahora las novias ya no se centran tanto "en el ritual", sino en "compartir felicidad". "El mundo nupcial se ha influenciado mucho en la fiesta últimamente. Todavía hay novias que quieren el vestido voluminoso clásico, pero muchas se visten pensando en la celebración", confiesa Maiques.