Estos fueron los responsables de la muerte de Amy Winehouse, según la película sobre la cantante

Recordando a Amy Winehouse a través de su ropa (y su mítica colaboración con Fred Perry)

El 'biopic' de Amy Winehouse empieza con mal pie

Winehouse, en una actuación en Londres en el 2008.

Winehouse, en una actuación en Londres en el 2008.

APF

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"Back to Black", un nuevo biopic sobre la meteórica carrera y tormentosa vida de la cantante británica Amy Winehouse está desde este viernes en los cines de Reino Unido. Y ya ha sido criticada por su visión sesgada de la vida de la fallecida cantante y por surfear sobre la sensual reputación de la artista, que sufrió profundamente la atención pública y el acoso de la prensa sensacionalista.

En esta nueva película, la directora pone a la "adicción" y a los "paparazis", como los principales motivos de la muerte de Amy Winewhouse. Marisa Abela, que interpreta a la cantante, subrayó que el objetivo de la película no era "juzgar" a los personajes de la historia y sus decisiones: "Si los espectadores consideran que Amy no debería haber amado o confiado en tal o cual persona, están en su derecho (...) pero los únicos villanos de nuestra historia son los adictos y los paparazzi". A pesar de las críticas dispares, la película parece destinada a ser un éxito, dado el aura que aún rodea a la cantante, casi quince años después de su muerte, y el atractivo de los biopics musicales, que suelen ser rentables sea cual sea su calidad. 

"Dada la actitud buitre con la que se ha atacado su vida, es casi imposible encontrar una razón sincera para hacer una película sobre Winehouse, o al menos una que no esté motivada por la codicia", arremetió la periodista musical Roisin O'Connor en The Independent. Amy Winehouse, que fue hallada muerta por sobredosis de alcohol en 2011 a los 27 años, dejó huella en el mundo de la música con su voz ronca de soul, sus letras íntimas y poderosas, y su estilo único inspirado en las chicas pin-up de los años 50, con su moño de chucrut, su ancho delineador negro y sus múltiples tatuajes. 

Una bayalla contra la aficción

En 2006, su segundo álbum, "Back to Black", que ganó un Grammy en Estados Unidos, la convirtió en un nombre conocido en todo el mundo, impulsada por su éxito "Rehab", en el que la londinense relataba su batalla contra la adicción. El biopic de la directora británica Sam Taylor-Johnson es la segunda película dedicada a la cantante tras el documental de Asif Kapadia "Amy", ganador de un Óscar en 2015, que fue criticado por la familia Winehouse. La película, el segundo documental más taquillero de la historia de la taquilla británica, se detenía demasiado en los aspectos negativos de la vida de la estrella, se quejó su padre, que también criticó que la retratara como una persona "codiciosa" y "que buscaba llamar la atención".

Asistió al estreno de la película en Londres el lunes por la noche con su exmujer, Janis, pero la directora Sam Taylor-Johnson insistió en que la familia de la cantante no tenía nada que ver en ella: "Era importante reunirme con ellos por respeto", declaró a la web Empire, "pero no podían cambiar las cosas ni decirme lo que tenía que rodar". - La búsqueda de "la verdad" - La cineasta subrayó que había buscado "la verdad" sobre la vida de Amy Winehouse: "Amy quería a su padre, hiciera lo que hiciera bien o mal".

El actor Eddie Marsan, que interpreta a Mitch Winehouse, explicó que había intentado evitar caer en la postura "cómoda" de "culpar a alguien" de la muerte de la cantante, ya fuera su padre o su exmarido Blake Fielder-Civil. "Back to Black" también retrata su tormentosa relación sentimental con su expareja, acusado de introducirla en la heroína. Blake Fielder-Civil confesó en 2018 que siempre llevaría la "carga de la culpa" por haber jugado un papel en las adicciones de Amy Winehouse.