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La socialité Isabel Preysler durante la presentación del programa especial de Navidad que estrenó el 5 de diciembre en Disney+.

La socialité Isabel Preysler durante la presentación del programa especial de Navidad que estrenó el 5 de diciembre en Disney+. / Borja Sánchez-Trillo

Laura Fa

Laura Fa

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Esta ha sido la semana de Isabel Preysler. Del estreno de su documental, 'Mi Navidad' (Disney +), al éxito de audiencia en su entrevista con Pablo Motos en 'El Hormiguero' (Antena 3). La noticia, en ambos casos, es el ninguneo a Mario Vargas Llosa por parte de la reina de corazones.

Golpe en el orgullo

Algo ha cambiado en Isabel. Hasta el momento, la elegancia en sus rupturas siempre había sido una de sus características. Pero con Mario Vargas Llosa se produjo la excepción. Los entornos se ocuparon de filtrar que para Isabel los celos del escritor eran insoportables, mientras que el entorno de este aseguraba que la vida frívola de la 'celebrity' no era para él. Se separaron y no hubo vuelta atrás, a pesar de que él lo intentó. Las Mamarazzis os podemos asegurar que Mario intentó lo que tantas veces le había funcionado con su mujer Patricia. Se iba de casa, la dejaba tirada como un perro y, cuando se cansaba de ‘pasear’, siempre encontraba las puertas abiertas para volver con ella. Con Isabel las puertas se le cerraron en los morros.

Que la Preysler nos dé una lección de lo que es una 'red flag' es una sorpresa que no nos esperábamos. Pero sí, si un señor ante un problema se niega a hablarlo y te reta con desprecio similar, hay que echar el cerrojo y chao. Debió sentarle fatal a Mario ese desprecio, pero peor le han sentado las declaraciones de la Preysler del pasado jueves. “Mi última ruptura no me dolió nada”, aseguró. Para un hombre acostumbrado a hacer lo que le da la gana con las señoras, ha sido un buen golpe en el orgullo. Lo que no sabemos si como buen despechado que ha demostrado ser responderá con un articulito en el periódico que colabora. Veremos.

Denuncias cruzadas

El matrimonio formado que Lorenzo Quinn y Giovanna Cicutto parecía indestructible. Después de 35 años juntos, todo parecía tranquilo. Pero, para sorpresa de nadie, Lorenzo la ha vuelto a liar. Una nueva infidelidad disparó la furia de su mujer. Giovanna se presentó en el estudio del escultor y, al descubrir que tenía un 'affaire', le destrozó algunas esculturas y distribuyó una fotografía de su pene. El altercado ha acabado en los juzgados. Denuncias cruzadas.

No defenderemos nunca venganzas, pero, chico, según nos cuenta vuestro entorno, desde el siglo pasado tu mujer arrastra una cornamenta que no nos extraña que haya acabado explotando. Aún recordamos cuando en un 'photocall' coincidiste con Juncal Rivero y las cámaras la pillaron preguntándote entre dientes para disimular: “¿Está Giovanna?”. La situación fue el hazmerreír cuando en un programa de Telecinco emitieron las imágenes. Atentos estaremos al culebrón. Seguro que no ha hecho más que empezar.

Tras los pasos de Kiko Rivera

Pues sigue el programa 'De Viernes' riéndole las gracias a señores que quieren tratar entre mal y regulín a las mujeres que han formado parte de sus vidas. Empezó Ángel Cristo disparando contra su madre y su hermana, siguió Joana Sanz blanqueando a Dani Alves y seguimos con Fran Rivera desenterrando sus odios a Isabel Pantoja. Que nunca más Fran se haga el digno cuando lo paren por la calle los reporteros. Fran, chico, nada te diferencia de Kiko Rivera. La genética es así. Cuando te digan perrito, meneas el rabito que quiere decir, cuando te den pasta, cuenta lo más grande de todo el mundo menos de ti, y mira que tienes que callar. Ay, si las Mamarazzis habláramos