Marc Jacobs sobre su cirugía plástica: 'No hay vergüenza en ser vanidoso'

Marc Jacobs no tiene ningún problema a la hora de confesar que se ha convertido en una especie de adicto de la cirugía estética. De hecho, el diseñador de 58 años, fue elogiado hace unos días por informar al detalle sobre su recuperación tras someterse a un 'lifting' facial.

"Tengo algunas cicatrices alrededor de las orejas, mi cara está hinchada y tengo un moratón en el cuello, pero sigo publicando en Instagram", declaró el exdirector creativo de Louis Vuitton, quien recientemente compartió un selfi con su rostro envuelto en vendajes antes de posar en una cámara hiperbárica.

Jacobs, que posee una marca de moda con su mismo nombre de la cual es el diseñador principal, Marc Jacobs, y una segunda línea conocida como Marc by Marc Jacobs, con 200 tiendas en todo el mundo, no se ha mostrado nunca reacio a las operaciones estéticas y desde hace años comenzó a inyectarse bótox en el rostro y además, nunca se ha escondido de sus continuas visitas a la consulta de medicina estética.

 “Recuerdo una vez que fui a un evento con una gorra de béisbol y la gente me preguntó, '¿Por qué llevas una gorra de béisbol?'”, recordó Jacobs. “Y dije: 'Bueno, acabo de hacerme un trasplante de cabello'. La gente se divirtió y se sorprendió de que respondiera”, reveló el modisto en una reciente entrevista para la edición estadounidense de la revista 'Vogue'.

Ahora, en el día 12 de su recuperación de estiramiento facial, el creador neoyorquino continúa compartiendo sus resultados, a menudo acompañados de hashtags divertidos que incluyen #cruisingnotbruising y #heckofanec. Y es que tras publicar su serie de selfis posoperatorios, Jacobs ha recibido una gran cantidad de comentarios de apoyo, y muchos le agradecen su franqueza.

Sobre sus intervenciones estéticas, Jacobs opina que "simplemente no creo que haya vergüenza en ser vanidoso".  Y aunque el creador está "muy contento" con los resultados de su recuperación hasta el momento, agregó: "No creo que me vea mal para tener 58 años". No sentí que tuviera que hacer esto". 

En cambio, comparó el estiramiento facial con otras formas de "autocuidado", con la esperanza de reducir el estigma que rodea a los procedimientos estéticos.