MASCOTA FLORAL

Campaña para salvar a Puppy

Tras 23 años recibiendo a los visitantes del museo Guggenheim de Bilbao, el interior de la escultura floral necesita ser restaurada

Hace dos semanas los responsables de la pinacoteca pusieron en marcha la campaña #DaVidaaPuppy con el objetivo de reunir los 100.000 euros que se requieren para llevar a cabo las mejoras

Puppy, la escultura floral del Museo Guggenheim de Bilbao.

Puppy, la escultura floral del Museo Guggenheim de Bilbao.

Mireya Roca

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Puppy, el gigantesco perro floral creado por el artista Jeff Koons que se ha convertido en estandarte del Museo Guggenheim de Bilbao, está en apuros. Según explican desde el centro artístico, "Puppy lleva 23 años dando la bienvenida a todos los visitantes y transmitiendo optimismo a quien se acerca. Como icono del museo y de la ciudad de Bilbao, tiene que lucir siempre magnífico, pero tras más de dos décadas ha llegado el momento de restaurar su interior para que esta 'mascota' tan especial siga siendo como es". 

38.000 flores

Y como Puppy es un poco de todos, hace dos semanas los responsables de la pinacoteca pusieron en marcha la campaña con el objetivo de reunir los 100.000 euros que se requieren para llevar a cabo las mejoras. Una iniciativa que de momento no va nada mal: ya se ha recaudado el 16%, y queda el resto del verano para conseguir lo que falta, según fuentes del propio museo.

Sobre la reforma, que está prevista realizarla este próximo otoño, la misma fuente asegura a EL PERIÓDICO que "la imagen exterior de la escultura con sus 38.000 flores no cambiará en absoluto" y que para realizar los trabajos se accederá desde "una compuerta que da paso a los 11 pisos interiores y al sistema de riego manual, que se sustituirá". "Se instalará un cuadro de control digitalizado que se adecuará a la meteorología y así su conservación será sostenible, pues ahorrará agua", añade. También se cambiará la iluminación nocturna. "Hay tres focos a los que se les va colocar leds, lo que supone una medida más de de ahorro y sostenibilidad", concluye.

12,4 metros de altura y 16 toneladas de peso

La emblemática estatua fue instalada en 1997 con motivo de la inauguración del museo. Representa un west highland white terrier, un pequeño perro escocés de pelo blanco, que tiene 12,4 metros de altura y cerca de 16 toneladas de peso.

 En un principio iba a ser una escultura efímera, pero el público se encariñó y hoy forma parte del paisaje de Bilbao pese a lo costoso de su mantenimiento: está completamente revestida por miles de flores que se renuevan dos veces al año, en primavera y en otoño. 

Según señala la propia web del museo: "Bajo su magnífico manto de flores, Puppy tiene una estructura interior compleja: un ‘esqueleto’ de acero, que se complementa con un sistema de riego y una serie de capas exteriores que fijan el sustrato que nutre las plantas que lo cubren". Y a punto de cumplir las bodas de plata, "la obra de ingeniería del interior necesita ser renovada para asegurar un futuro en perfectas condiciones".

Para los voluntarios que estén interesadas en colaborar, la entidad ha habilitado en su página web el 'microsite' que está disponible en euskera, español, inglés y francés, en el que todas aquellas personas que deseen donar y convertirse en ‘mecenas’ del cachorro floral gigante podrán realizar su aportación 'online' de forma segura. Además, la web destaca que todos los donantes residentes en España podrán desgravar su donación rellenando sus datos para el certificado fiscal.

La operación de 'crowdfunding' estará activa hasta el otoño, ya que según señala la organización, los trabajos de restauración se realizarán durante los próximos meses de septiembre, octubre y noviembre, coincidiendo con el próximo cambio de flor de Puppy, cuando las recién plantadas flores de verano serán sustituidas por las del otoño-invierno.