Jaime Villegas, el 'kaiser' de Honduras

"Estoy agobiado. Mi móvil suena cada dos minutos". Esta fue la primera impresión de Jaime Villegas al ser elegido miembro del Parlamento de Honduras por el Partido Anticorrupción (PAC) como candidato más votado en San Pedro Sula, la segunda ciudad del Estado después de la capital, Tegucigalpa, y en toda su provincia, Cortés.

Villegas no es un político más en un país cuya vida pública es un semillero de escándalos y que, además, tiene el índice de violencia más alto de América Latina. Es el símbolo máximo del fútbol nacional, el defensa central que capitaneó a Honduras en su brillante participación en el Mundial-82, en España; el hombre que ganó cuatro campeonatos con el Real España de San Pedro Sula, y tres más como miembro del cuerpo técnico –ahora es el director deportivo--; el deportista al que todos admiran y respetan por su honradez. "Creo que los electores me votaron por mi honestidad –afirma–. Mis padres me enseñaron a ser honesto y a ir por el camino recto".

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