LA CANTANTE INGLESA ESTRENA DISCO Y REDOBLA SU TÁCTICA PROMOCIONAL

Lilly Allen persigue la fama en los tabloides

Lily Allen.

Lily Allen.

CRISTINA MERINO
BARCELONA

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Con su primer disco,Alright, Still(2006), la deslenguadaLilly Allen,que entonces tenía apenas 20 años, hizo del descaro y la frescura su carta de presentación y logró zafarse de la etiqueta de ser la nueva sensación delmyspace, nacida para ser tan brillante como efímera. Ha tardado tres años en publicar su segundo trabajo,It's not me, it's you,pero no ha sido un tiempo de silencio y reposo.

Lo hemos sabido todo y más acerca de ella. Es carne de tabloide. Y aunque no presume de ello al nivel deParis Hilton,lo tiene más que asumido. Para bien o para mal, lo importante es que se hable de ella. Y luego ya encontrará ella el momento para hablar de su música, una eficaz combinación de suaves melodías entre el pop y el reggae, y letras más oscuras.

"Me quitaré la ropa y seré desvergonzada / todo el mundo sabe que es así como te haces famoso / miraré en The Sun y miraré en The Mirror / estoy en el buen camino, sí, soy una ganadora". Estos son los versos de su último sencillo,The Fear (El miedo), una sensación que, a pesar de la imagen de seguridad que proyecta como emblema delgirl power,ella misma reconoce que la ha salvado.

DESCONTROL

El miedo al descontrol ha regido su vida desde que era niña. Hija del actor y cantante británicoKeith Alleny la productora de cineAlison Owen,Lilysiempre ha vivido entre algodones con el estigma de ser una niña bien, una pija alocada y caprichosa a la que expulsaron de 13 escuelas y que empezó a tontear con las drogas antes de cumplir los 15. Creció demasiado rápido y siempre se encontró incómoda con la gente de su edad. Los adultos fueron, y siguen siendo para ella, más interesantes que esos "estúpidos críos" que la rodeaban. De ahí viene también su fascinación por los amantes maduritos.

La situación no ha cambiado mucho. El año pasado gastó 161.000 euros en ropa de lujo y la prensa se hizo eco de noviazgos y rupturas varias, un aborto, enfrentamientos con paparazis (a los que califica de "parásitos"), conMadonna,conBritney Spearsy con sus propios fans.

Los últimos escándalos han tenido que ver con su última pareja conocida, un marchante de arte de 46 años divorciado con el que protagonizó unas tórridas escenas en un yate, y unas declaraciones que rayan la apología del consumo de drogas: "Ya no bebo. He decidido que no voy a dar a la gente munición para que escriban de mí. Ahora me conformo con cocaína sin alcohol".