MADRID - VILLARREAL (2-3)

La crónica del Madrid-Villarreal: Un genial Chukwueze silencia el Bernabéu

Chukwueze celebra su segundo gol en el Bernabéu, que era el 2-3 del Villarreal al Madrid.

Chukwueze celebra su segundo gol en el Bernabéu, que era el 2-3 del Villarreal al Madrid. / Efe

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Era este un partido para el disfrute del turista que complementa su programa cultural con el espectáculo de masas del fútbol. El Bernabéu es otro templo de obligada visita, más si cabe cuando la reforma esté finiquitada. Además, el Real Madrid es un reparto de actores que hasta el que no demuestra grandes pasiones futbolísticas quiere ver.

Porque es el campeón de Europa, con todo lo que ello conlleva. O más bien es el gran dominador de las eliminatorias, como ha demostrado en la Copa del Rey. Pero la Liga permite ver a una especia indomable en su estado más terrenal, como evidenció el Villarreal. O más bien un sensacional Chukwueze. Si el Barça gana el lunes al Girona en el Camp Nou se colocará a 15 puntos del Madrid.

El nigeriano, con un doblete y el sabor de fabricar el tercero convirtió un entremés en un partido para su consagración. A los blancos nadie les roba el mes de abril, porque es su periodo favorito, donde el demoníaco método Pintus encuentra todo su esplendor. La fórmula que aprovecha al máximo los picos de forma, aún a costa de dejarse por el camino puntos que le podrían haber posicionado mejor en la lucha por el campeonato regular. Como los tres que tiró en el Bernabéu.

Rotaciones de Ancelotti: menos el tridente ofensivo

El Villarreal parecía un sparring perfecto, porque es un equipo que obliga al rival a emplearse dentro de sus contradicciones. Algo tan propio de los equipos de Setién, empleados en el ingrato trabajo del toque y confección. Rotó Carletto lo que quiso, menos en la vanguardia que destrozó al FC Barcelona, conformada por Benzema, Rodrygo y Vinicius, para el que no hay días festivos. El brasileño juega cada día como si fuera su primera comunión, esperando el regalo del gol. Su electricidad impidió al Villarreal tomarse el partido con la calma que esperaría de un rival aliviado.

Pero el Real Madrid sin Kroos o Modric no espera a que le llegue la inspiración. Desprende la energía que se expresó en el primer gol, que fue en propia puerta de Pau Torres, aunque podría ser de Asensio, porque su arrancada desencadenó todo. Estos partidos descontrolados son perfectos para los secundarios, que piensan a la vez en ser parte de un nuevo cetro europeo como en su renovación. Sin la manija, el Villarreal sufrió las acometidas de un madridismo acelerado que frenó Reina, compensando su falta de acierto en el 1-0.

El Madrid no puede con Chukwueze

Cuando parecía un partido de viento a favor para los locales emergió por primera vez un Chukwueze en estado de gracia que quiso salir en procesión. Aprovechó un pase filtrado de Lo Celso para dejar sentado a Nacho. Su ejecución fue perfecta. El nigeriano es de esos jugadores que deben servir de ejemplo para los que quieren tumbar al gigante esotérico del Real Madrid, al que solo la magia, parte de su propia medicina, puede tumbar. Quizás por ese carácter diferencial, al poco de anotar, Chukwueze se llevó una durísima entrada de Tchouaméni que pasó desapercibida para los árbitros de campo.

Como el Real Madrid le dejó vivo, el africano volvió a generar el empate en la segunda mitad. Al principio de la misma, Vinicius firmó una de esas obras particulares que sólo él sabe escribir. En la que arrancó contra todos, le hizo un caño a Mandi, aguantó el golpe de Pedraza y acabó definiendo con la suavidad del goleador de guante blanco que es. Antes y después desperdició otras tantas ocasiones en las que recordó que si le presionan es más letal. Como si lo suyo fuera sobrevivir al borde del desfiladero en el que gambetea.

El VAR no empaña la obra de Chukwueze

Reapareció Chukwueze para construir un centro que mueve montañas, donde Baena la cedió atrás de modo inteligente para que Morales, al segundo remate, batiera a Courtois. Entraron Modric o Camavinga, para animar el musical con el que disfrutaba la grada de acentos múltiples. Una composición muy diferente a al que tendrá el miércoles en Champions contra el Chelsea, donde no habrá interludios, sino una perfecta melodía procesional que el Real Madrid ha ejecutado hasta en 14 ocasiones.

Pero lo dicho, Chukwueze como principio y fin del Sábado Santo en el Bernabéu. Cuando el Real Madrid daba por firmada la paz ante los de Setién, Samu engatilló un demencial disparo que se coló por la escuadra dejando a Courtois en la nada absoluta. Con lo que ello implica. Un tanto para coronar una espectacular actuación que pudo empañarse con un penalti cometido por Mandi. Apareció la telerrealidad del VAR para amnistiar al jugador del Villarreal y de paso a Alberola Rojas. Se llegó así a una victoria más en el casillero de Setién contra el Real Madrid. La anécdota convertida en costumbre ocasional frente a un conjunto blanco que minutos después de la derrota ya se habrá olvidado de la misma.

La ficha del Madrid-Villarreal (2-3)

Madrid: Courtois, Lucas Vázquez, Rüdiger, Alaba, Nacho, Marco Asensio, Tchouaméni, Ceballos, Rodrygo, Benzema y Vinicius.

Cambios: Militao por Alaba (m. 46); Valverde por Benzema (m. 59); Modric por Tchouaméni (m. 72); Camavinga por Ceballos (m. 75);

Villarreal: Reina, Foyth, Mandi, Pau Torres, Pedraza, Terrats, Parejo, Baena, Chukwueze, Lo Celso y Yeremi Pino.

Cambios: Manu Trigueros por Terrats (m. 33); Morales por Lo Celso (m. 67); Moreno por Yeremy Pino (m. 67); Kiko Femenía por Chukwueze (m. 90); Mojica por Baena (m. 90).

Goles: 1-0, Pau Torres (pp, m. 16); 1-1, Chukwueze (m. 39); 2-1, Vinicius (m. 48); 2-2, Morales (m. 70); 2-3, Chukwueze (m. 80).

Tarjetas amarillas: Yeremi Pino (m. 25); Pedraza (m. 35), Foyth (m. 69);