Retos sociales

De la universidad a la sociedad: la importancia de transferir la I+D+i

Un estudio analiza cómo mejorar la transmisión de conocimiento científico e innovador de los centros universitarios a las empresas y la administración

Universitarios en una clase práctica

Universitarios en una clase práctica / Pixel-Shot

Xavi Datzira

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Ya no es una cuestión de futuro sino de presente: la sociedad debe afrontar toda una serie de retos relacionados con la emergencia climática, el suministro de energía, la sequía, el envejecimiento de la población e incluso la irrupción avasalladora de la inteligencia artificial. Y eso solo puede hacerse de la I+D+i, es decir, desde la ciencia. Por eso, la Generalitat de Catalunya formó el año pasado un grupo de expertos, bajo el nombre de Grup Horitzó, para debatir sobre las líneas estratégicas que debe seguir Catalunya para fortalecer el ámbito científico de la mano de una nueva ley. Recientemente ha presentado sus conclusiones, entre las que destaca la necesidad de incrementar la capacidad de transmisión de conocimiento desde la universidad a la sociedad. 

El informe incluye una decena de propuestas y recomendaciones para favorecer el desarrollo del sistema de conocimiento catalán consensuadas por unas 20 personalidades relevantes del ámbito de la investigación, la innovación y la empresa. Las 10 propuestas se estructuran en cuatro grandes ejes de trabajo. El primero de ellos hace referencia precisamente a la necesidad de mejorar las vías de contacto de los centros universitarios con la sociedad y la empresa. Para ello, proponen fomentar la figura del 'trasferólogo', profesionales cuya misión sea aumentar y mejorar la calidad de la transferencia de conocimiento que se impulsa desde las universidades. Al mismo tiempo, recomiendan incorporar las empresas al ecosistema I+D+I para conectar el saber generado en universidades y centros de investigación.

Crear oportunidades

El siguiente eje clave es, claro, la financiación. Por eso, solicitan crear una organización central de financiación para generar oportunidades que permitan competir con otros sistemas de investigación europeos. Asimismo, consideran clave aportar más fondos para los sueldos de los investigadores, aumentando, por ejemplo, la contribución al programa ICREA de contratación de personal científico y académico de excelencia al sistema catalán de universidades e investigación.

En cuanto al tercer punto del informe, la generación de infraestructuras, los expertos piden crear el Centre Català de Recerca Interdisciplinar en Sistemes Complexes (CCRISC) para aglutinar y fomentar la conexión entre investigadores de varias áreas de conocimiento. Y, finalmente, el papel de la administración pública debe ir dirigido a coordinar las diversas bases de datos catalanas para hacer un salto cualitativo en el estudio de la sociedad, coordinar un plan para el envejecimiento saludable y sostenible, consolidar un órgano asesor basado en la información científica para orientar la toma de decisiones y reducir la burocracia administrativa para facilitar contrataciones y atraer talento científico joven. A su vez, creen básico reducir el tiempo de dedicación del personal investigador a asuntos administrativos para incrementar así el tiempo dedicado a la investigación.

Con la culminación de su encargo inicial, el Grup Horitzó cesa la actividad y cede el testigo al Consell de Recerca i la Innovació de Catalunya (CORICAT) como órgano consultivo del Govern en materia de ciencia previsto en la Ley de la Ciencia de Catalunya, que se constituirá en los próximos meses dentro del calendario previsto para el despliegue de la ley.

Ayudas económicas

No es el único movimiento que se ha llevado a cabo para fortalecer la actividad científica en Catalunya. Recientemente, el Departament de Recerca i Universitats ha convocado una nueva edición de las ayudas de apoyo a la actividad científica de los grupos de investigación de Catalunya, que aportará durante tres años un total de 38’9 millones de euros de financiación para consolidar y reforzar la investigación llevada a cabo en las universidades, los centros y las instalaciones científico-técnicas del país. El balance de la resolución definitiva de las ayudas concedidas por la Generalitat muestra que se han financiado un total de 804 grupos y se han reconocido 782 de las 1.592 propuestas presentadas.

En cuanto a la tipología del centro receptor de la ayuda, un 54’4% de los fondos han sido destinados a grupos de investigación de universidades (21’1 millones), un 36,2% a centros de investigación CERCA (14 millones); un 6% centros de investigación CSIC (2’3 millones), y un 3’2% a otros agentes de investigación (1’2 millones). 

Los ámbitos de conocimiento que han recibido mayor financiación han sido los de ciencias médicas y de la salud (7’2 millones, 18,61% del total) y de ingeniería, tecnología y arquitectura (7’1 millones, 18,37%). A continuación figuran los ámbitos de biomedicina, ciencias sociales, ciencias, artes y humanidades y ciencias naturales.