Una sexóloga arremete contra Bad Bunny por las letras de sus canciones: "Esta es la educación afectiva que reciben"

La gran acogida del nuevo álbum de Bad Bunny 'Nadie sabe lo que va a pasar mañana' en cuanto a estadísticas es innegable. El artista puertorriqueño de 29 años ha conseguido hacerse con el mejor debut del año y colocar las 22 canciones de su último trabajo hasta la fecha en el top global de Spotify. Sin embargo, no todos sus oyentes han visto con buenos ojos el lanzamiento de un disco donde el cantante romántico queda relegado a un segundo plano y deja todo el protagonismo al 'Conejo Malo' original, el trapero que a mediados de la pasada década apareció de la nada para terminar consolidándose como una de las grandes referencias del 'mainstream' actual.

Entre los muchos usuarios descontentos con el mensaje que este y otras voces del panorama musical dejan en las letras de sus temas se encuentra la psicóloga especializada en sexología clínica Maria Esclapez, quien ha compartido un vídeo a través de redes sociales en el que arremete contra Bad Bunny y la canción 'Baticano.

Bad Bunny vuelve al trap con su nuevo álbum 'Nadie sabe lo que va a pasar mañana'

Dominación, misoginia y machismo

"La noche se puso Kinki / Tres dedos en el toto, en el culo el pinky / Las moñas violetas como Tinky Winky / Una nalga y la dejo como po / Le doy por donde hace pipí, po donde hace popó". Estos son los versos que han hecho estallar a la sexóloga, que ha compartido un discurso en torno a la educación afectiva: "Esto lo escuchan miles de adolescentes y jóvenes en la actualidad. Entiendo que la misión de un cantante no es educar a nadie, y no habría mayor problema si a falta de una educación afectiva de calidad esta es la educación afectiva que reciben esos miles de jóvenes y adolescentes", ha comenzado diciendo.

Ante la posibilidad de que, si no se interviene, "todos estos chavales van a normalizar esto", Esclapez ha querido dejar evidencia del diferente impacto que tienen estas canciones en los oyentes según su edad: "El adulto sabe donde está el límite de todas estas cosas, sabe que es el consentimiento y la responsabilidad afectiva, y sabe discernir entre lo que se puede y lo que no se puede hacer en una relación de pareja", ha manifestado. "O les educamos en cuanto a los límites en este tipo de cosas o se convertirá en un adulto que viva las relaciones desde la dominación, la misoginia y el machismo", ha sentenciado.