Incendios forestales

¿Qué peligros tiene para la salud respirar el aire contaminado de Nueva York?

Ambiente apocalíptico en Nueva York: el humo de 150 incendios en Canadá asfixia EEUU

Nueva York se hunde bajo su peso mientras sube el nivel del mar

Una nube tóxica asfixia Nueva York tras los incendios forestales en Canadá

Una nube tóxica asfixia Nueva York tras los incendios forestales en Canadá. / ALEX KENT / BLOOMBERG / VÍDEO: PI STUDIOS

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Nueva York amanece con el cielo gris y anaranjado y se respira un denso humo procedente de los incendios forestales que se están produciendo en Canadá, con más de 400 fuegos activos. La visibilidad en la Gran Manzana ha disminuido significativamente y las autoridades han implantado medidas para hacer frente a la situación. 

El Departamento de Medio Ambiente del Estado de Nueva York y el alcalde, Eric Adams, se han dirigido sobre todo a las personas más sensibles a la mala calidad del aire: niños, ancianos, embarazadas y personas con enfermedades pulmonares, a quienes aconsejan limitar las salidas al aire libre. También se sugiere volver a utilizar la mascarilla N-95, que ofrece la mejor calidad de filtración de las partículas de humo.

Las autoridades meteorológicas advirtieron que la calidad del aire de Nueva York es poco saludable para los ciudadanos porque se encuentra en niveles alarmantes. En Syracuse, en el norte del estado de Nueva York, ha superado los 400 puntos, según IQAir, una plataforma que monitorea la calidad del aire. Se considera perjudicial superar los 100 puntos y peligroso pasar de los 300.

Los peligros por la exposición del aire contaminado en Nueva York no son pocos. Entre las complicaciones destacan las alergias y los problemasrespiratorios, entre otros malestares. Los más graves son: irritación de las vías respiratorias, tos o dificultad para respirar, disminución de la función pulmonar, asma agravada, desarrollo de enfermedad respiratoria crónica en niños, bronquitis crónica, latido del corazón irregular, ataques cardíacos no fatales o incluso la muerte prematura en personas con enfermedad cardíaca o pulmonar, incluida la muerte por cáncer de pulmón.